Se ha cumplido el segundo aniversario de REPowerEU, la respuesta de política energética de la Unión Europea a la invasión de Ucrania. Supuso un punto de inflexión para conseguir la seguridad energética europea impulsando las renovables y disminuyendo la dependencia de gas y combustibles fósiles. Wind Europe ha hecho balance de la evolución de la eólica con REPowerEU y hace peticiones a la UE para los próximos 5 años.
Con la invasión de Ucrania, Rusia amenazaba la seguridad energética y la competitividad económica de Europa. Los recortes a las importaciones de gas ruso rápidamente se convirtieron en una de las crisis energéticas más graves de la historia de Europa.
La Unión Europea respondió con el plan REPowerEU. Sus objetivos principales eran tres: ahorrar energía, diversificar las importaciones de gas y aumentar la producción de energías renovables nacionales.
Giles Dickson, director general de WindEurope, lo explica así:
“REPowerEU marcó un hito en la política energética europea. Después de que Rusia invadió Ucrania, la UE fácilmente podría haber suspendido el Acuerdo Verde. Pero hicieron todo lo contrario. Duplicaron su apuesta por las energías renovables. Y los resultados les han dado la razón. REPowerEU ha sido un punto de partida decisivo para la transición de Europa hacia una electricidad local, limpia y barata”.
Los efectos para la eólica
Los efectos de REPowerEU son sorprendentes. Según la asociación, en sólo dos años:
- La proporción de la energía eólica en el mix eléctrico de la UE ha aumentado del 14% al 19%;
- La producción anual de energía eólica ha aumentado de 375 TWh a 466 TWh;
- El viento significa ahora 95 mil millones de metros cúbicos menos de necesidad de gas cada año; y 119 millones de toneladas de CO2 evitadas.
- La industria eólica europea aporta ahora 52.000 millones de euros al PIB de la UE y emplea a más de 300.000 personas. Y seguirá creciendo. La UE quiere que la energía eólica represente el 35% del mix eléctrico en 2030 y más de la mitad en 2050.
Objetivos y datos
Ahora, la eólica supone casi el 20% de la electricidad consumida en Europa. Además, los objetivos europeos establecen el 35% para 2030 y más del 50% para 2050.
Desde Wind Europe indican que el viento es barato y que, cuanto más tenemos, menos energía necesitamos importar. Asimismo, señalan que las turbinas de los parques eólicos se fabrican en Europa, por lo que es una industria estratégica. La eólica, dicen, mejora nuestra seguridad energética y nuestra seguridad nacional.
Y añaden que, para 2030, la energía eólica:
- Creará 500.000 puestos de trabajo en Europa, frente a los 300.000 actuales;
- Nos permitirá ahorras 190 bcm de importaciones de combustibles fósiles cada año;
- Reducirá las emisiones a un ritmo de 262 millones de toneladas menos de CO2 cada año;
- Contribuirá con 49.000 millones de euros al PIB de la UE.
Peticiones de Wind Europe
Pero, para que esto suceda, desde la asociación hacen 5 peticiones:
- Invertir masivamente en redes eléctricas. Con una mejor planificación descendente y más financiación privada, apalancada por el BEI.
- Acelerar la concesión de permisos a las energías renovables, las redes y la industria. Aplicar las nuevas y buenas normas de la UE: plazos más ajustados, ventanilla única, interés público primordial, y todo ello de forma digital.
- Ayudar a la industria pesada a electrificarse. El acero, el cemento y los productos químicos nos ayudan a construir turbinas eólicas y son fundamentales para la economía. Tenemos que ayudar a su descarbonización con financiación, ayudas estatales flexibles y un Plan de Acción para la Electrificación con el objetivo de incluir el 35% de electricidad en la combinación energética para 2030 (frente al 23 % actual).
- Garantizar unas condiciones de competencia equitativas para la fabricación de tecnologías limpias en Europa. Utilizar todos los instrumentos existentes de la UE para garantizar una competencia leal en el mercado de las turbinas eólicas. Establecer normas mínimas claras sobre ciberseguridad y seguridad de datos, conducta empresarial responsable y resiliencia de la cadena de suministro.
- Centrar la innovación en la ampliación. Demasiadas tecnologías nuevas tienen dificultades para su implementación. Tenemos que orientar la política de investigación e innovación para ayudarles a industrializarse y ampliarse. Y simplificar y acelerar radicalmente los procesos de financiación de la UE.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela
