El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo han alcanzado un acuerdo provisional sobre normas renovadas para reducir, reutilizar y reciclar los envases, aumentar la seguridad e impulsar la economía circular en este ámbito.
Las nuevas medidas persiguen que los envases utilizados en la UE sean más sostenibles estableciendo la obligatoriedad de que todos los envases sean reciclabes, minimizando la presencia de sustancias nocivas y reduciendo los envases innecesarios. Para ello, es necesario impulsar la adopción de contenido reciclado ymejorar la recogida y el reciclado.
Para poner en contexto, en 2018, los envases generaron un volumen de negocios de 355.000 millones de euros en la Unión Europea. Se trata de una fuente de residuos cada vez mayor, ya que la UE ha pasado de 66 millones de toneladas en 2009 a 84 millones en 2021. Cada europeo generó 188,7 kg de residuos de envases en 2021, una cifra que se espera que aumente hasta los 209 kg en 2030 si no se aplican medidas adicionales.
Nuevas normativas de la UE para los envases
Analizado más en profundidad, el acuerdo establece objetivos de reducción de envases (5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040) y exige a los países de la UE que reduzcan, en particular, la cantidad de residuos de envases de plástico.
En virtud del acuerdo, a partir del 1 de enero de 2030, quedarán prohibidos los siguientes formatos de envases de plástico de un solo uso: envases para frutas y verduras frescas sin procesar, envases para alimentos y bebidas envasados y consumidos en cafeterías y restaurantes, porciones individuales (por ejemplo, condimentos, salsas, crema, azúcar), envases en miniatura para productos de tocador y envases retráctiles para maletas en aeropuertos.
De igual manera, los eurodiputados garantizaron la prohibición de las bolsas de plástico muy ligeras, a menos que sean necesarias por razones de higiene o se proporcionen como envase para alimentos a granel.
Prohibición de productos químicos
Por otro lado, el Parlamento Europeo también logró la prohibición del uso de las denominadas «sustancias químicas para siempre», que son aquellas alquiladas perfluoradas y polifluoradas o PFAS y que se utilizan en envases en contacto con los elementos.
Fomento de la reutilización y la recarga para los consumidores
El acuerdo también establece un objetivo expecífico para los envases reutilizables de bebidas alcohólicas y no alcohólicas (excepto, por ejemplo, leche, vino, vino aromatizado y bebidas espirituosas) de aquí a 2030 (al menos el 10 %). Los Estados miembros podrán conceder una excepción de cinco años a estos requisitos en determinadas condiciones.
Por ello, los distribuidores finales de bebidas y comida estarían obligados a ofrecer a los consumidores la opción de llevar su propio envase. También se les exigiría que ofrecieran el 10% de los productos en un formato de envase reutilizable para 2030.
Por último, a petición del Parlamento, se exige a los Estados miembros que incentiven a los establecimientos y servicios de hosteleria para que sirvan agua del grifo (cuando esté disponible, de forma gratuita o por una tarifa de servicio baja) en un formato reutilizable o recargable.
Mejorar la recogida y reciclaje
En última instancia, los organismo europeos acordaron que todos los envases deben ser reciclables, estableciendo algunas exenciones para la madera ligera, el corcho, los textiles, el caucho, la cerámica, la porcelana o la cera.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.