Un equipo de investigadores e investigadoras de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha trabajado en el estudio y análisis del potencial y la viabilidad técnica de las baterías de vehículos eléctricos haciendo uso de ellas como segunda vida en aplicaciones de menor exigencia que las de movilidad eléctrica, por ejemplo, en sistemas de almacenamiento para incrementar la penetración de renovables en la red eléctrica.
El equipo ha realizado este trabajo en el marco del proyecto GERA, que se ha desarrollado entre 2018 y 2020 y ha contado con un presupuesto de 4, 7 millones de euros, de los que 1,8 millones de euros provenían de una subvención conseguida en la convocatoria de Proyectos Estratégicos 2018 de I+D del Gobierno de Navarra.
Baterías de segunda vida en aplicaciones de almacenamiento
Las baterías de segunda vida son aquellas que se retiran de los vehículos eléctricos cuando todavía tienen una vida útil para otras aplicaciones menos exigentes. De esta forma, se evitan las emisiones derivadas de la fabricación de nuevas baterías y se reduce el impacto ambiental.
En una primera fase, desde la UPNA se realizó una caracterización de numerosas baterías de este tipo, lo que permitió desarrollar una metodología detallada para conocer el estado de las baterías, sus prestaciones eléctricas y su estado de salud. Asimismo, se analizó la dispersión existente en este tipo de baterías —debido a sus diferencias de funcionamiento en los vehículos eléctricos—, así como la influencia de esa dispersión en la configuración de battery packs.
En la segunda fase se analizó el envejecimiento de las baterías. Para ello, explican los investigadores, “se realizaron ensayos bajo distintas condiciones de funcionamiento y se pudo predecir la degradación de este tipo de baterías en función de su modo de operación, a través de modelos que permitieron estimar la durabilidad, una variable muy significativa para estudiar la viabilidad económica de estas baterías”.
Por último, se realizaron distintas validaciones en entornos reales de operación. Así, usando la microrred de la UPNA, se comprobó la utilización de estas baterías en aplicaciones de autoconsumo, para dar servicios de red como peak shaving o regulación en frecuencia, para aprovechar la energía eólica excedentaria nocturna y en aplicaciones estacionarias que contribuyen al desarrollo de estaciones de carga de vehículos eléctricos. Desde la Universidad indican: “Esto ha permitido comprobar tanto la durabilidad como la viabilidad técnica de estas baterías en estos entornos de funcionamiento”.
Participantes del proyecto
El desarrollo de este proyecto estratégico de I+D ha sido coordinado por el clúster eólico Enercluster, y en él ha participado además un consorcio de entidades y empresas formado por la UPNA, Acciona Energía, Nordex, Beeplanet Factory, CENER, NAITEC, IED Electronics e Ingeteam. Su objetivo principal ha sido conseguir una solución integral que permita disponer de tecnologías avanzadas para la gestión, a través del almacenamiento de la energía renovable generada y su posterior distribución en red.
El equipo de investigación de la UPNA que ha trabajado en este proyecto está formado por Idoia San Martín, Elisa Braco, Alberto Berrueta, Adrián Soto, Alfredo Ursúa y Pablo Sanchis, miembros del grupo de investigación INGEPER (Ingeniería Eléctrica, Electrónica de Potencia y Energías Renovables) y pertenecientes al Instituto de Smart Cities (ISC).
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.