Una nueva herramienta climática predice que para 2050 los australianos ya no disfrutarán del invierno como lo conocen hoy y experimentarán una nueva estación que podría llamarse «Nuevo verano». El pronóstico corresponde a científicos de la School of Art & Design y el Instituto de Cambio Climático de la ANU (Australian National University), unidos en un proyecto de diseño, que toma los datos existentes y comunica los impactos del cambio climático de manera que el público pueda participar y comprenderlos mejor.
El nuevo verano representa un período del año en el que las temperaturas alcanzarán un pico constante en muchos casos por encima de los 40ºC durante un periodo sostenido. Con la herramienta climática, las personas pueden hacer click en miles de ubicaciones en Australia para ver cómo cambiará el clima local en su ciudad natal para 2050.
La herramienta climática, que utiliza datos del BoM (Bureau of Meteorology) y SILO (Scientific Information for Land Owners), muestra cuántos grados aumentará la temperatura promedio en cada ubicación y cuántos días habrá más de 30 o 40 grados en un lugar determinado en 2050 en comparación con hoy.
«Observamos las temperaturas promedio históricas de cada temporada y las comparamos con los datos proyectados y lo que encontramos en todas partes es que realmente no hay un período de un invierno sostenido o duradero»
, dijo el profesor Geoff Hinchliffe, de la School of Art & Design.
«Dentro de 30 años, el invierno, tal como lo conocemos, será inexistente. Deja de existir en todas partes, aparte de unos pocos lugares en Tasmania», afirma en un comunicado.
La herramienta climática, que utiliza datos del BoM (Bureau of Meteorology) y SILO (Scientific Information for Land Owners), muestra cuántos grados aumentará la temperatura promedio en cada ubicación y cuántos días habrá más de 30 o 40 grados en un lugar determinado en 2050 en comparación con hoy.
«Además de los datos, también nos enfocamos en desarrollar las formas visuales más efectivas para transmitir cómo el cambio climático afectará a ubicaciones específicas», señala Hinchliffe.
«Eso significaba usar color, forma y tamaño alrededor de una composición de cuadrante que muestra los valores de temperatura de un año entero en una sola instantánea. Lo hace visualmente rico e interesante y da muchos detalles de una manera que se conecta emocionalmente con las personas al ubicarlo en su propia ciudad», indica.
«Nos concentramos en la visualización y la narración de historias. No queremos tergiversar los datos ni sugerir cosas que no sean ciertas, por lo que la visualización fue fundamental para transmitir los datos de una manera que puede ser interrogada. Es como una gráfica, pero más poética», apunta el profesor asociado Mitchell Whitelaw.
«La investigación y la innovación aquí están en la visualización y compilación de todos estos datos. Nuestra innovación está en la forma en que se comunican y presentan estos datos existentes, con suerte de una manera memorable y atractiva», añade.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.