Los planes de cierre de centrales de producción eléctrica con carbón en Europa en las dos próximas décadas, hacen necesario que el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (RCDE UE) sea reforzado. esta es la única forma de conseguir que su funcionamiento no pierda eficacia. También debería ser ajustado en vista del nuevo objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la UE para alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo.
Estas son algunas de las conclusiones del informe «La Retirada del Carbón y el Pacto Verde Europeo: Implicaciones en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea”, presentado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA).
En este informe, el IIDMA analiza el impacto que podría tener sobre este régimen el fin del carbón y propone recomendaciones en vista de la futura revisión del marco legislativo del RCDE UE. El informe completo está disponible en este enlace.
En peligro el equilibrio entre la oferta y la demanda de los derechos de emisión
La conclusión es que los planes de cierre actuales, con once países que han establecido fechas para poner fin a la generación eléctrica con este combustible fósil, podrían tener consecuencias significativas en el equilibrio entre la oferta y la demanda de derechos de emisión.
De hecho, la disminución de las emisiones causada por estos cierres daría lugar a una cantidad más elevada de derechos disponibles en el mercado. En concreto, se estiman unos 2.220 millones de derechos de emisión en el período 2021-2030 y 3.960 millones en el período 2031-2040, para un total de 6.180 millones más de derechos disponibles para los próximos 20 años. Estas proyecciones representan más de cuatro años de emisiones actuales bajo el RCDE UE.
En caso de no aplicarse medidas para hacer frente a esa nueva sobreoferta de derechos, la eliminación del carbón llevará a una bajada del precio del derecho de emisión, lo que aumentaría la rentabilidad del resto de centrales europeas de carbón que seguirían en activo. Esto provocaría la pérdida de eficacia del RCDE UE como instrumento para impulsar el cambio hacia tecnologías bajas en carbono. Incluso si la Reserva de Estabilidad de Mercado (REM) limitara este efecto absorbiendo parte de los excedentes de derechos en el mercado, la sobreoferta sería demasiado grande para que este mecanismo pueda hacer frente a ella, a menos que se refuerce.
Cinco recomendaciones
El IIDMA aporta cinco recomendaciones para reducir el impacto
- Aumento del Factor de Reducción Lineal (FRL). El cumplimiento del objetivo de la UE de reducción de GEI del 55% requeriría un aumento del FRL del 2,2% al 4,11% a partir de 2021 o al 6,02% a partir de 2026. Por otro lado, para el objetivo de reducción del 60% se haría necesaria una trayectoria de reducción de las emisiones aún más pronunciada. En concreto se necesitaría un FRL del 4,57% a partir de 2021 o del 6,94% a partir de 2026.
- Cancelación obligatoria de los derechos de emisión. Para conseguir que los países se comprometan a cancelar los derechos de emisión asociados al cierre de sus centrales de carbón se necesitan cambios en el marco regulador del RCDE UE o, en su defecto, en las legislaciones nacionales. Solamente así se podrá asegurar que la cancelación efectivamente se lleve a cabo.
- Fortalecimiento de la Reserva de Estabilidad del Mercado (REM). En caso de que la cancelación de los derechos de emisión relacionados con el cierre del carbón no se produzca o sólo se produzca parcialmente, para limitar el exceso de oferta de derechos a partir de 2024 la tasa de admisión de la REM debería elevarse al 36% frente al 12% previsto en la legislación actual. Además, los umbrales de la REM deberían actualizarse periódicamente a medida que disminuyen las necesidades de cobertura del sector eléctrico, como consecuencia del proceso de descarbonización.
- Precios mínimos de carbono nacionales. Los países podrían reforzar el RCDE UE aplicando precios mínimos de carbono nacionales, evitando con ello que el precio pueda disminuir por debajo de una cantidad establecida. Esto ayudaría a reducir la rentabilidad de las centrales eléctricas y hacer que los titulares de estas instalaciones decidan voluntariamente llevar a cabo el cierre.
- Inclusión de nuevos sectores. Se propone la inclusión de nuevos sectores en el marco del RCDE UE, conforme a una evaluación a priori de cuál sería su efectiva contribución a la reducción de emisiones. En ese caso se podría dar la incorporación del transporte marítimo, para el cual no hay actualmente un objetivo europeo de reducción de emisiones. Sin embargo, dentro del mismo RCDE UE, se debería estudiar la necesidad de incluir los nuevos sectores en sistemas independientes, debido a que los precios necesarios para estimular inversiones y cambios estructurales hacia tecnologías bajas en carbono pueden variar notablemente entre un sector y el otro.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.