Los acuerdos energéticos alcanzados por el Reino Unido y la Unión Europea por el Brexit dejan fuera de la acción conjunta comunitaria contra el cambio climático a UK. En cambio, ponen sus objetivos ambientales al nivel del respeto a la democracia, los derechos humanos y la no proliferación de armas de destrucción masiva. Ambas partes han acordado seguir respetando los principios ambientales clave: precaución, integración y pago de daños por parte de quien contamina.
Los detalles del acuerdo comercial alcanzado entre las dos partes se hicieron públicos este sábado, 26 de diciembre, según recoge EFEverde.
Desde el 1 de enero, y como consecuencia del acuerdo, Reino Unido ya no podrá acceder al sistema de comercio de emisiones en la zona comunitaria. Es una herramienta fundamental en la lucha contra las emisiones de efecto invernadero. Permite el reparto del esfuerzo, entre los países europeos, y de la carga de cumplir con los objetivos de descarbonización.
Posición común contra el cambio climático
Sin embargo, y en contrapartida, el Reino Unido y la Unión Europea reconocen ser parte de una “biosfera compartida”. Eso supone una cobertura conjunta de los objetivos actuales acordados en Bruselas y recogidos en leyes, que seguirán vigentes después de enero también en los reglamentos británicos. Tal es el caso de los objetivos de reciclaje de residuos para 2030; del agua para 2027; y los techos de contaminación del aire para 2030.
Ambas partes también reafirman su ambición de lograr la neutralidad climática en toda la economía para 2050; y sitúan la lucha contra el cambio climático al mismo nivel que otros elementos esenciales como: la democracia; los derechos humanos y el estado de derecho; y la no proliferación de armas de destrucción masiva.
El Brexit y el cambio climático: acuerdo vinculante
Es la primera vez que la UE considera la lucha contra el cambio climático un elemento esencial en un acuerdo bilateral.
Aunque parezca un dato más, lo cierto es que es vinculante. Eso supone que si UK o la UE se retiraran del Acuerdo de París, o tomaran medidas en contra, todo el acuerdo, o parte de él, podría suspenderse o anularse.
Incluyendo la lucha contra el cambio climático como elemento esencial del acuerdo, la UE y el Reino Unido reafirman su liderazgo mundial en esta cuestión. Asimismo, esperan dar ejemplo para futuros acuerdos, según ha señalado la Comisión Europea.
Bexit energético
Nos hemos referido al “Brexit energético” otras veces. Incluso, nos hemos referido lo que podía significar en la política energética de la Unión Europea o de Reino Unido; o el papel que podría hacer España tras la salida del Reino Unido y en cuestiones energéticas.
El acuerdo comercial entre UK y la UE incluye garantías sobre la seguridad del suministro energético. No obstante, Reino Unido abandonará con el Brexit el mercado energético de la UE. Eso supondrá que los británicos quedarán fuera de la gestión única europea (sin barreras técnicas o reglamentarias) del intercambio de energía mediante los interconectores eléctricos.
El Reino Unido tampoco seguirá en la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom), el mercado único para el comercio de materiales y tecnología nucleares. En este asunto, se reirán por un “acuerdo separado sobre usos seguros y pacíficos de energía nuclear” desde enero. Gracias al acuerdo, ambas partes se comprometen a cumplir con obligaciones internacionales de no proliferación, sin reducir el nivel actual de normas de seguridad nuclear.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela