Según ha informado en exclusiva El Economista la compañía asturiana ha tomado esta decisión tras frustarse el intento de sacar a Bolsa su filial Esersa, a la que pertenecen estos activos, por la crisis de la COVID-19 y como parte de una estrategia de rotación de activos maduros que le permitirá reforzar su balance.
En concreto, los activos que forman parte del acuerdo de venta entre TSK y Q-Energy, la gestora de fondos de activos renovables de Qualitas Equity, son las participaciones de Esersa en la planta termosolar La Africana (39,34%) y en las instalaciones fotovoltaicas de Sirius Solar (30%), Madrigalejo y Rosalejo. En total una potencia instalada conjunta de 71,75 megavatios (MW). También el 70% de Altair Solar.
Mientras tanto, Esersa mantendrá su participación en el complejo solar de Durango, en México, con 360 MW instalados, y en la central solar San Fermín, en Puerto Rico, con 27 MW. Las mismas fuentes indican que seguirá perteneciendo a TSK, que seguirá desarrollando renovables a través de esta filial.
No solo energía solar
De hecho, TSK no solo está centrada en energía solar. A finales de julio anunció su participación en el parque eólico de Dhofar, el primer parque a escala industrial de Medio Oriente, un hito importante en el desarrollo de esta tecnología tanto en el país como en la región de Oriente Medio al incentivar otras promociones para el futuro desarrollo de la energía eólica en esta parte del mundo. La planta está situada en la región del mismo nombre en Omán, a 150 km al norte de Salalah en medio del desierto, lo que ha supuesto un enorme reto tanto para TSK en cuanto a logística (por la distancia a puertos practicable para elementos pesados y voluminosos como los aerogeneradores), suministro de materiales básicos a gran escala (hormigón, agua) y provisión de medios de vida en una zona desértica y aislada de la civilización.
El parque consta de 13 aerogeneradores General Electric de 3.8 MW de potencia, 130m de diámetro de rotor y 80m de altura de buje, totalizando una potencia de 50 MW con capacidad para generar alrededor de 200 GWh al año que supone el consumo de 60.000 hogares. Dadas las duras condiciones del sitio las turbinas fueron equipadas con un “desert package” que mejora la respuesta de la turbina a ambientes con altas temperaturas y presencia de arena, como es el caso del desierto de Omán. Para la evacuación de la energía, la planta cuenta con una subestación tipo GIS (Gas Insulated Substation) y una línea de 132 kV que entronca con la red nacional de Omán.
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