En el artículo del Club de Expertos de hoy, Arcadio Gutiérrez Zapico, director general del Club Español de la Energía (Enerclub), pone de manifiesto, entre otros aspectos, la necesidad de entender la realidad de cada región de nuestro país, así como sus necesidades y oportunidades, para poder adecuar de forma óptima las políticas enfocadas a la transición energética.
No existe una transición energética única. Existen tantas transiciones energéticas como sectores y realidades regionales existen. Debemos tener en cuenta los diferentes puntos de partida, necesidades y características (condiciones climáticas, infraestructuras, tejido industrial) de cada comunidad autónoma. De esta forma, encontraremos las mejores soluciones hacia economías sostenibles y duraderas, al tiempo que se trata de dinamizar el mundo rural. El concepto de transición justa cobra especial relevancia en este contexto.
Las prioridades actuales en materia energética, medioambiental y de reto demográfico, se basan en la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático y en vencer los desequilibrios entre las regiones más afectadas por la transición energética. Sitúa a las personas en el centro de los nuevos modelos energéticos, con especial atención a los consumidores y trabajadores más vulnerables. Avanzar en estas prioridades puede suponer una oportunidad única para reactivar la economía y crear empleo, más aún tras el impacto del Covid-19 en la sociedad española.
Entender la realidad de cada región
Los fondos de recuperación aprobados en Europa en 2020 deben servir para apoyar esta reactivación. Para gestionar durante este año y hasta 2023 los aproximadamente 72.000 millones de euros que le corresponden a España, el gobierno español presentó hace unos meses el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Este Plan está estructurado en cuatro grandes ejes: la transición ecológica o Pacto Verde, centrado a su vez en seis pilares (descarbonización, eficiencia, contaminación cero, “de la granja a la mesa”, economía circular y movilidad sostenible e inteligente); la transformación digital, enfocada a ganar eficiencia en los servicios públicos y generar competitividad industrial a través de las nuevas tecnologías; la igualdad de género, y la cohesión social y territorial.
En este contexto, volvemos a la idea básica. Entender la realidad de cada región, comprender mejor sus necesidades y analizar sus oportunidades, es la única vía para encontrar las mejores soluciones hacia economías sostenibles y duraderas. En este proceso, nadie debe quedarse atrás. Hay que generar oportunidades sobre todo en aquellas regiones en las que se haya destruido empleo.
Por eso, desde la Asociación nos hemos orientado desde hace unos años en la realización de jornadas regionales que nos acerquen más a cada territorio.
Las Estrategias y Planes Energéticos de las comunidades autónomas en el Horizonte 2030, con la mirada puesta en la neutralidad climática en 2050, apuestan por la transición energética como un valor clave en la recuperación económica.
Todas las iniciativas se apoyan en el despliegue de las energías renovables y la eficiencia energética, manteniendo en muchos casos sus puntos fuertes tradicionales. Se potencian los proyectos actuales y se desarrollan otros nuevos, pero todos tiene un mínimo común denominador. Por un lado, la importancia de la transición energética como motor de recuperación. Por otro, las posibilidades que ofrece aplicada al mundo rural, sobre todo en aquellas regiones que cuentan con un amplio territorio, como generador de empleo. En el corto plazo, a través del fuerte desarrollo de las energías renovables, y a futuro, a través de nuevos proyectos en las áreas de la biomasa o el hidrógeno y de nuevos modelos como el autoconsumo o las comunidades locales.
Por todo lo expuesto, la transición energética, apoyada por los Fondos europeos va a ser uno de los grandes vectores de dinamización de estas áreas, tan necesario para el país. Y contribuirá asimismo a enfrentar el reto demográfico.
Tampoco debemos olvidar que esta debe ser una transición justa. Hace tan solo unos días, el Instituto para la Transición Justa, perteneciente al ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha iniciado la consulta pública previa para una nueva convocatoria de ayudas por un importe de 30 millones de euros. Este organismo, se ha creado para minimizar los impactos negativos sobre el empleo y la despoblación de los territorios más afectados por la transición hacia una economía más sostenible, y canalizara fondos específicos y centrados en áreas claramente definidas . Las ayudas irán destinadas a proyectos empresariales que generen empleo sostenible y fomenten la actividad económica en los municipios afectados por el cierre de centrales termoeléctricas de carbón.
Transición energética y desarrollo rural
Desde Enerclub, creemos y apostamos por los objetivos comunes de las políticas energéticas y de desarrollo rural. Esperamos ver ideas y buenos proyectos que apoyen ese reto demográfico, y así desplegar toda la potencialidad que los fondos europeos nos pueden aportar.
No olvidemos que el sector energético recibirá el 37% de estos fondos, destinados a la transición energética, pero también recibirá parte de lo destinado a transformación digital. Por esta razón, se abre una gran oportunidad para la economía española en general y para el sector energético en particular, que deberá actuar como catalizador y dinamizador con proyectos transformacionales.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.