Ángel Asensio Laguna
, presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, habla de transformación en la industria textil. En su blog, explica que intervino en la apertura del curso del verano de la Complutense: “Moda sostenible en España: Un reto a 2030”. El principio básico, para empezar, es que la industria de la moda es uno de los sectores productivos más contaminantes.
Según datos de Naciones Unidas, el sector es responsable del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y eso sin considerar el impacto que genera su actividad en términos de huella hídrica, usos de plásticos, impacto sobre la biodiversidad, generación de residuos, etc.
Para Asensio, buena prueba de ello son las recientes imágenes del desierto de Atacama (Chile) convertido en vertedero.
La industria textil se ha convertido en uno de los principales contaminantes del planeta. Por detrás de esta evolución: el vertiginoso crecimiento del fast fashion y el consumo desmedido de prendas de baja calidad.
El sector debe enfrentarse a una transformación hacia la sostenibilidad inevitable. Y, en gran manera, dependerá del cambio de paradigma que consumidores, empresas y gobiernos, estemos dispuestos a impulsar.
En palabras del propio Asensio:
“Una industria textil sostenible es un tema relevante y urgente para nuestro planeta y nuestra sociedad. Hoy en día, afrontamos efectos devastadores del cambio climático, la contaminación del agua, la pérdida de biodiversidad y el desbordamiento de vertederos. Es el momento de reconocer que nuestra relación con la moda debe cambiar. Y, aunque la tarea puede parecer titánica, contamos con una oportunidad única para abrazar prácticas más éticas, circulares y transparentes en el sector textil”.
Implicación de la industria textil
La moda sostenible, señala Asensio, no es una tendencia pasajera, sino una responsabilidad compartida. Todos los actores deben involucrarse: desde diseñadores a fabricantes, minoristas y consumidores.
En esa línea, las empresas juegan un papel clave. Son ellas quienes determinan el rumbo del mercado y la oferta de productos.
Un enfoque importante es la promoción del reciclaje textil y la adopción de prácticas circulares en la producción de ropa. Alargar la vida útil de las prendas mediante reutilización y reciclaje, reduce drásticamente el desperdicio y la presión sobre los recursos naturales. Además, esto representa una oportunidad para fomentar la innovación y la creatividad. En este caso, los diseñadores pueden experimentar con materiales reciclados y técnicas más sostenibles.
Otra vía importante hacia la sostenibilidad es la sensibilización y educación de los consumidores. El poder de elección recae en nuestras manos, y cada compra que realizamos tiene un impacto en el medio ambiente. Debemos preguntarnos sobre el origen de las prendas que adquirimos. Asimismo, considerar el proceso de fabricación y sus implicaciones ecológicas y sociales.
Según indica Asensio:
“Optar por productos de calidad, producidos de manera ética y sostenible, es una manera concreta de contribuir al cambio positivo en la industria textil”.
En el camino hacia la sostenibilidad de la industria textil debemos considerar también la dimensión social. Además de la cuestión medioambiental, se deben garantizar condiciones laborales justas y seguras en toda la cadena de suministro.
Asimismo, señala Asensio, es urgente la reciprocidad en las relaciones comerciales. Es esencial buscar la reciprocidad en las formas de trabajo con los países proveedores. Eso implica establecer relaciones equitativas y justas, donde se respeten los derechos laborales, se promueva la seguridad y se ofrezcan condiciones de trabajo dignas. Al defender estos principios, se contribuye a la construcción de una industria textil más ética y sostenible a nivel global.
A nivel regulatorio
Los gobiernos también deben desempeñar un papel activo. La creación de marcos normativos sólidos y el establecimiento de incentivos para fomentar la adopción de prácticas sostenibles son fundamentales. Así se podrá impulsar un cambio real en la industria textil.
La Unión Europea ha tomado la iniciativa con su estrategia hacia 2030. En esa línea, otros países deben seguir su ejemplo y comprometerse a reducir el impacto ambiental de la moda. Pero esa labor legislativa tiene que abordarse desde el diálogo con la industria y las empresas, no a sus espaldas.
En el caso particular de España, las perspectivas son alentadoras. La extensión de la responsabilidad ampliada del productor a la industria textil a partir de 2025 representa un hito importante. Obligará a las empresas a hacerse cargo de la gestión adecuada de los residuos textiles. Esto incentivará la producción de productos más duraderos y la promoción de sistemas circulares.
Asimismo, el movimiento Slow Fashion ha ganado fuerza como una alternativa a la moda rápida y desechable. Este enfoque se centra en la producción y el consumo conscientes, valorando la calidad sobre la cantidad. Además, promueve la relación con la ropa como algo duradero. El propio Asensio añade:
“Al adoptar principios del Slow Fashion, podemos alejarnos del consumismo desenfrenado y redescubrir el valor de prendas bien hechas y diseñadas para perdurar en el tiempo”.
Sostenibilidad de la industria textil
La sostenibilidad no es una elección, sino una necesidad imperiosa. Cada año, toneladas de ropa terminan en vertederos o incineradoras, liberando toxinas al medio ambiente y contribuyendo al calentamiento global. Debemos cambiar nuestra mentalidad y abrazar una moda que proteja nuestro planeta y a nuestras comunidades.
El sector de fabricación textil está en un punto de inflexión crucial. Tenemos una oportunidad única para transformar esta industria y convertirla en un motor de innovación, creación de valor y generación de empleo verde. Una oportunidad para impulsar una moda más ética, más circular, más transparente y más responsable.
Todos debemos implicarnos: desde las empresas, las administraciones a los consumidores. Finaliza Asensio con esta frase:
“La sostenibilidad es el camino hacia el futuro de la moda y, al abrazarla, podemos construir un futuro más próspero y equitativo para todos”.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela