Una solución UAS (Unmanned Aerial System) con termografía FLIR integrada, como la FLIR M210 XT2 640-13 mm, facilita la inspección rápida de una instalación de gran superficie e identifica y detecta posibles problemas de los paneles solares desde el aire. La rapidez en la accesibilidad a todas las zonas mediante un drone se completa con el empleo de un multímetro digital o un medidor de tenaza, como el Extech MA445, que una vez identificada la incidencia, puede contribuir a diagnosticar problemas eléctricos en el punto de fallo y determinar las medidas adecuadas a adoptar.
Independientemente del tipo de instalación solar, resulta fundamental encontrar y solucionar los problemas mediante inspecciones rutinarias de la planta, para evitar averías mayores, gestionar reclamaciones de garantías con los proveedores de equipos y funcionar dentro del rendimiento contratado y las garantías de producción.
Los paneles que no funcionen al máximo por problemas con los inversores, los combinadores, fallos de cadena, problemas en los módulos, seguidores desalineados o incluso por sombras, se hacen visibles en cuestión de segundos con los infrarrojos (IR). Los paneles solares que no funcionan de forma eficiente tienden a marcar una temperatura diferente a los paneles que funcionan correctamente.
Por todos estos motivos, incorporar inspecciones térmicas en los planes de mantenimiento y revisiones rutinarias reducirá los tiempos de inspección de semanas a horas, si se utiliza la tecnología UAS, y de horas a minutos si se utiliza una solución termográfica de mano. Además, otro de los beneficios que plantea este sistema, es que la labor de inspección se realiza de forma más segura al reducir la exposición a los elementos, por lo que mejora la eficiencia en términos generales.
El desafío de una inspección integral
Según los datos que ofrece FLIR, se estima que la gestión de las plantas solares cuesta a la industria cerca de los 1.000 millones de dólares al año en mano de obra. Las inspecciones rutinarias son una parte esencial de la eficiencia operativa y pueden resultar peligrosas, además de muy tediosas. Una inspección integral de una planta solar requiere el trabajo de tantos operarios que podrían tardarse semanas si se realizara únicamente con equipos de mano de pruebas eléctricas. En un centro grande de suministro, realizar pruebas a las cadenas de una en una para confirmar las relaciones de rendimiento resultaría una tarea interminable. Para inspeccionar sistemas comerciales más pequeños o de cubiertas, se tardarían días.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.