La mayor compañía de telefonía de España quiere ajustar al máximo los costes energéticos pero manteniendo la calidad del servicio y de los bienes producidos. Por eso apuesta por la eficiencia energética. “Se pueden obtener reducciones notables en el consumo y por tanto en los importes pagados por la energía”, asegura Fernando Abella, director de Telefónica Digital España.
La eficiencia energética es un campo en el que Telefónica muestra interés, ¿cuáles son sus objetivos en el Proyecto Global de Eficiencia Energética 2010-2020?
En la actualidad, tenemos dos grandes objetivos para el Grupo Telefónica y estamos trabajando en la definición de un nuevo marco a 2020. Nos proponemos reducir en un 30% las emisiones directas e indirectas de CO2 para el año 2020, en relación a las 1,7 millones de toneladas de 2010, medidas por acceso de cliente. Además, gracias al Programa de Eficiencia Energética global, con el que se implementarán proyectos de modernización de equipos de red, instalación de funcionalidades de ahorro energético, iluminación eficiente, uso de energías renovables, entre otros, esperamos disminuir en 50 millones de euros el gasto operacional por consumo de energía a finales de 2017 en relación a 2013 y evitar 100.000 toneladas de CO2eq lo que equivale aproximadamente a un 5% de nuestras emisiones totales en el año base.
En España, estos proyectos evitarán la emisión de 33.000 toneladas de CO2eq, lo que equivale al 7% de las emisiones en el año base.
Más allá de las cifras, el principal reto es tener una red eficiente y poder hacer más con menos, con menos energía, menos huella de carbono y menos impacto en el medio ambiente.
Telefónica cuenta ya con su propia plataforma de eficiencia energética para otros clientes. ¿Cuáles son sus características?
La plataforma Hydra, desarrollada por Telefónica en los últimos años, permite en una única solución realizar los tres elementos básicos de todo proceso de mejora continua: conocer, analizar y actuar.
Sobre el primer aspecto –conocer–, Hydra dispone de capacidades de telemedida y monitorización de cualquier tipo de señal: consumos de energía, calidad, temperaturas, humedad, CO2, presencia, alarmas… todo ello permite dar una visión homogénea, integrada y sencilla de lo que está sucediendo en cada momento. Desde una única consola se puede observar la situación real de toda la red de instalaciones, y bajar al detalle en lo que se necesite. Permite por ello gestionar la información e incidencias de una forma proactiva, sin tener que esperar a la aparición de quejas por parte de los usuarios.
¿Dónde cree que hay un mayor margen de mejora para las empresas en eficiencia energética?
Casi todas las empresas tienen como denominador común dos usos energéticos: la climatización y la iluminación. En ambas hay un gran recorrido de mejora, tanto desde el punto de vista de la propia maquinaria como del uso que se hace de la misma.
¿Qué papel cree que jugará el autoconsumo en el futuro?
El autoconsumo es un tema que está generando bastante polémica en estos últimos tiempos, con posturas que parecen estar bastante enfrentadas. Sin embargo, y pese a que creemos que a largo plazo el camino está razonablemente claro (con mucha más generación distribuida que la existente a día de hoy), en el futuro inmediato no visualizamos cambios radicales.
La realidad es que hay una serie de costes en los que ya hemos incurrido como sociedad, y que entre todos debemos sufragar a lo largo de los próximos años. Pero el ritmo de maduración de la tecnología nos lleva también a sistemas de generación renovable distribuida con pocas pérdidas y una inversión específica razonable, que sería conveniente extender. En cualquier caso, el autoconsumo no reduce el nivel de consumo y por ello no mejora realmente la eficiencia energética. Pero también es cierto que si la regulación lo favorece, el autoconsumo podría producir un efecto económico similar: la reducción del importe final de la factura energética a cambio de una cierta inversión.
¿Qué supone para Telefónica la reciente obtención del sello ESE Plus de ANESE?
El sello ESE Plus es un activo muy importante para Telefónica. Y lo es porque refleja de una forma objetiva (mediante una auditoría externa) lo que Telefónica es capaz de ayudar a sus clientes.
Para un Cliente que quiere mejorar la eficiencia energética de sus procesos, y que está pensando en pedir ayuda a un proveedor, este tipo de certificaciones ‘internas’ no son suficientes.
¿Cómo valora el reciente Real Decreto 56/2016, que transpone –al menos en parte– la Directiva europea de Eficiencia energética?
La verdad es que este Real Decreto 56/2016 llega de una forma singular, con obligaciones amplias de auditoría energética pero con cierto nivel de incertidumbre en los detalles, y plazos muy ajustados. Como le pasaba a la Directiva Europea que traspone, la intención del legislador es buena: pongamos delante de las grandes empresas un espejo (auditoría energética) en el que se ven reflejadas tanto su imagen actual (sus consumos de energía) como la imagen que podrían llegar a tener tras varios tratamientos (medidas de mejora). Así las empresas podrán mejorar su eficiencia energética gradualmente. Nos parece, de hecho, un excelente concepto sobre el que trabajar.
Sin embargo, el gran volumen de consumo a auditar en cada empresa (un mínimo del 85%), junto con el ajustado plazo otorgado para hacerlo (9 meses), así como ciertas incertidumbres que esperamos aclare la Administración (especialmente sobre las auditorías en empresas multisede) pudiera acabar generando un efecto diferente al deseado. Y sería una lástima. Dado que ninguna empresa tiene una capacidad infinita para invertir en medidas de eficiencia, y como una auditoría realizada hoy no es ya válida dentro de unos años… pudiera suceder que algunas empresas se encuentren con la obligación de realizar unas auditorías rápidamente y a las que puede que no les saquen provecho. Si se dieran estas circunstancias, podría haber empresas tentadas a simplemente cumplir con la norma, pero empleando los mínimos recursos posibles. Y esto no haría ningún bien a ninguno de los participantes en el sector, ni ayudaría a los objetivos de la Administración ni de la Unión Europea.
¿Cuáles son, en su opinión, las ausencias más destacables que presenta este RD?
En primer lugar deja pendientes de desarrollo posterior todo lo referente a la individualización de contadores en instalaciones centralizadas de calefacción. Este es un tema relevante en España, pues hay muchas personas que en su bloque de pisos tienen calefacción comunitaria y por ello no tienen incentivos claros a ahorrar. A veces, incluso, tienen el incentivo contrario: “si haga lo que haga voy a pagar lo mismo de calefacción ¿qué importa si me dejo las ventanas abiertas?”
Por otra parte, y pese a que existe un Fondo Nacional de Eficiencia Energética, a través del cual se obliga a “ahorrar energía” o “pagar el coste equivalente”, seguimos centrados en el segundo punto. Queda pendiente regular el cumplimiento de esta obligación de ahorro de energía en función de las medidas de ahorro energético reales y medibles que cada empresa decida hacer.
Por último, creemos que hubiera sido mucho mejor establecer un proceso de auditoría gradual en el tiempo, que evite los picos de trabajo: tal y como está definida la normativa, se va a producir un crecimiento espectacular del sector de empresas de auditoría energética durante este año 2016. Pero ¿y el año que viene? ¿y 2018? ¿y 2019? Hasta el 2020 no habrá que hacer de nuevo auditorías. ¿Y qué sucederá mientras tanto con estas empresas de auditoría, que no tendrán negocio durante tres años? Quizás hubiera sido preferible una mayor gradualidad para evitar el riesgo de generar una burbuja.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.