El Grupo de Investigación de Fotoquímica Orgánica de la Universidad de La Rioja participa en un proyecto europeo para el desarrollo de prototipos de tecnología MOST (Molecular Solar Thermal Energy Storage System) capaces de almacenar energía solar durante un máximo de 18 años, transportada sin pérdidas y liberarla en forma de calor donde y cuando se quiera.
La tecnología de almacenamiento molecular de la energía solar térmica (MOST por sus siglas en inglés) se basa en un tipo de molécula especialmente diseñada para recoger la luz del sol y un sistema con capacidades únicas para capturar y almacenar esta energía.
Este proyecto, liderado por la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia) y dotado con 4,3 millones de euros, pretende desarrollar prototipos MOST para aplicaciones reales a gran escala, como el sistema de calefacción en edificios residenciales.
Tecnología MOST para almacenar energía solar durante 18 años
La clave de la tecnología MOST está en una serie de moléculas diseñadas para transformarse cuando reciben luz en un isómero, una molécula formada por los mismos átomos, pero dispuestos de una manera diferente. Este isómero es capaz de almacenar la energía hasta un máximo de 18 años y puede ser transportado sin pérdidas.
La energía solar almacenada por los isomeros se pueden utilizar en cualquier momento a través de un catalizador especialmente diseñado que libera la energía en forma de calor, al tiempo que devuelve la molécula a su forma original. Esto permite que, pueda ser reutilizada en un sistema de calefacción, sin ningún tipo de emisión ni generación de productos de desecho.
El equipo investigador responsable del proyecto ha llevado a cabo pruebas en laboratorio con resultados muy optimistas. «El objetivo de este proyecto es desarrollar prototipos de tecnología MOST para verificar el potencial de producción a gran escala y mejorar la funcionalidad del sistema», afirma su coordinador, Kasper Moth-Poulsen, de la Universidad Tecnológica de Chalmers.
«Un aspecto muy emocionante del proyecto es que estamos combinando una excelente investigación interdisciplinaria en el diseño de moléculas con el conocimiento en tecnología híbrida para la captura de energía, liberación de calor y diseño de edificios de baja energía», continúa Kasper Moth-Poulsen.
Proyecto con financiación europea
La Unión Europea ha concedido una ayuda de 4,3 millones de euros para este proyecto, en el que van a colaborar durante los próximos tres años y medio la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia), la Universidad de Copenhague (Dinamarca), el Fraunhofer-Gesellschaft de Múnich (Alemania), el centro de investigación ZAE Bayern (Alemania), la empresa Johnson Matthey (Reino Unido) y Grupo de Investigación ‘Fotoquímica Orgánica’ de la Universidad de La Rioja (UR).
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.