El precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista aumentó el martes en un 9,2%, alcanzando un precio de 203,68€/MWh. Se trata del segundo precio más alto de la historia tras los 216 euros a los que llegamos el viernes pasado. ¿Cuáles son las causas del desorbitado precio de la electricidad al que estamos asistiendo? ¿Qué factores influyen en este precio?
Tras unos meses de julio, agosto y septiembre que cerraron con un precio medio de la electricidad disparado, ahora octubre, en tan solo cinco días, ha registrado los dos precios más altos de la serie histórica. Las previsiones siguen sin ser optimistas y veremos como el precio de la electricidad sigue subiendo en los próximos días.
El pasado martes 5 de octubre, el precio aumentó en un 11,5% con respecto al martes de la semana pasada, en el que el precio de la electricidad se fijaba en el mercado mayorista español en 182,71 €/MWh. El contraste es sorprendente si atendemos a los datos de operador de mercado eléctrico designado (OMIE) recogidos por Europa Press, que aseguran que el precio ha aumentado en un 341% frente al año pasado.
Entre las 20:00 y las 21:00 horas, el precio de la electricidad alcanzó los 256 €/MWh, mientras que entre las 04:00 y las 05:00 horas fue de 165 €/MWh.
Las causas de la subida del precio de la electricidad
El aumento del precio medio de la electricidad tiene su origen en el contexto energético actual, profundamente marcado por la subida del precio de todas las materias primas vinculadas a la energía a nivel internacional, como son el petróleo, el carbón y el gas. Esta situación provoca también que los derechos de CO2 se encuentren en precios inusualmente altos.
A continuación, tenemos que atender al funcionamiento del mercado mayorista en España, conocido como «pool». En él, se estima la demanda por horas de todas las empresas productoras de electricidad. Una vez obtenidas las ofertas de venta de electricidad, se ordenan según el coste de producción. Primero entran las renovables y la nuclear, que son las energías más baratas, pero si no son capaces de cubrir toda la demanda, el sistema recurre a otras tecnologías como los ciclos combinados o el carbón, que son más costosas. El problema está en que son estas tecnologías las que marcan cada hora el precio final.
El aumento del precio del gas
El comercio internacional del gas se desarrolla de dos formas. En primer lugar, el combustible viaja por gasoductos como los de Noruega, Rusia y Argelia (primer exportador de gas natural a España en la actualidad) hasta Europa. Este gas es contratado a largo plazo por las naciones y, teóricamente, tiene un precio menos sometido a fluctuaciones y vinculado al petróleo.
Por otra parte, los barcos metaneros transportan gas natural licuado hacia Europa desde países productores como Rusia y Argelia, entre otros. El precio del GNL es más caro y los navíos buscan las mejores ofertas para vender el GNL que transportan.
Una vez detallado el funcionamiento del comercio de gas, hay que tener en cuenta dos situaciones que se producen actualmente. Por un lado, los gasoductos europeos no están transportando todo el gas que debieran y, por otro, el precio del GNL ha subido de forma significativa. Según explica Juan Antonio Martínez, analista de Grupo ASE, en Nius Diario, “Europa suele utilizar el GNL para cerrar la brecha entre oferta y demanda. Pero ahora la fuerte demanda en China, Japón y Corea está elevando los precios en los mercados europeos”.
Todos estos factores han provocado que, aunque el precio del gas varía estacionalmente, la situación actual constituya un hecho sin precedentes, ya que el precio del gas en el mercado ibérico se ha multiplicado por tres a lo largo de 2021.
A principios de 2021, el hemisferio norte se enfrentó a severas olas de frío, con amplias nevadas, que vaciaron las reservas de gas natural. A eso se suma que Asia compra a precios muy altos el 70% del GNL global, por lo que el que recibimos en Europa se ajusta al valor que pagan los asiáticos.
El conflicto entre Argelia y Marruecos
Las noticias que llegan desde el Magreb tampoco son alentadoras en este ámbito. El conflicto entre Argelia y Marruecos va a tener consecuencias perjudiciales para España en el suministro de gas natural. Argelia quiere dejar de enviar gas por el gaseoducto del Magreb. A través de él, que cruza Marruecos, llega casi el 25% del gas que importamos. Eso provocará que recibamos menos gas y más caro.
Por otra parte, Argelia ha confirmado que la situación no afectará al Medgaz, el gasoducto submarino que transporta gas desde Argelia hasta Almería. Lo que no está asegurado es el precio que pagaremos por este gas.
El juego del mercado del gas. ¿Monopolio?
Además, y a pesar de la diversificación con que cuenta España a la hora de importar gas natural, Naturgy y Enagás, los principales operadores del gas en España, están aprovechando la tendencia al alza del gas mundial para vender el gas almacenado en sus gasoductos al mismo precio que si viniera en barco, y a pesar de que su coste original es mucho más barato.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.