Lo que ocurre en este país con las renovables roza lo surrealista. Una supuesta buena noticia para el sector, como era la celebración de una subasta de nueva potencia por primera vez desde la moratoria de 2012, ha provocado una tempestad. Los 700 MW ofertados no solo han sido insuficientes sino que los adjudicatarios podrían tener dificultades para desarrollar los proyectos.
La subasta celebrada el jueves pasado asignaba un régimen retributivo específico a 500 MW de eólica y 200 MW de biomasa. La conclusión de la subasta ha sido que los adjudicatarios, tanto de biomasa como de eólica, están dispuestos a realizar los proyectos con un descuento del 100% sobre el valor estándar de inversión previsto. Es decir, para el caso de la eólica, están dispuestos a percibir únicamente la retribución del mercado sin prima, y para el caso de la biomasa, la retribución del mercado más una retribución variable por el coste del combustible (denominada retribución a la operación).
El Ministerio de Industria señala en un comunicado de prensa que la subasta ha confirmado el interés de los inversores por invertir en el sector de las energías renovables en España porque se han recibido ofertas tanto de grandes multinacionales como de pequeños inversores del sector energético, que superan en más de 5 veces la potencia prevista.
Malestar y preocupación en el sector
El resultado de la subasta eléctrica ha provocado las críticas del sector porque consideran que realizar los proyectos adjudicatarios con un descuento del 100% sobre el valor de inversión es un error, “las compañías ganadoras han tirado los precios por los suelos”, explican a EnergyNews fuentes del sector eólico, lo que añade más incertidumbre al sector renovable. Además, sorprende que la mayoría de las principales empresas del sector no hayan resultado adjudicatarias (Endesa (Enel Green Power España, Iberdrola y Gas Natural Fenosa), y eso que se presentaron todos menos Acciona, que optó por no acudir porque “no lo veía claro”.
Han sido las empresas Jorge Energy, Energía Eólicas de Aragón y EDP las que se han llevado los megavatios eólicos, mientras que Forestalia y Ence se han hecho con la biomasa
La Asociación de Empresas de Energías Renovables-APPA, por su parte, vuelve a denunciar que la subasta es una muestra más de la improvisación de Industria en materia energética. Asegura que esta subasta se ha mostrado más como un producto financiero y los adjudicatarios podrían tener dificultades para desarrollar los proyectos.
Tanto los mecanismos de adjudicación contenidos en la subasta como la compleja metodología de asignación de retribución incluida en el RD 413 han llevado a un resultado de la subasta cuando menos sorprendente, que se aparta de la ortodoxia económica. Por otro lado, se ha demostrado que la marginalidad incluida en la subasta no es lo más eficiente en este tipo de mecanismos competitivos. Asimismo, la gran concentración de las adjudicaciones plantea dudas sobre la metodología empleada.
Una potencia insignificante
La Asociación Empresarial Eólica (AEE), que representa al 90% del sector eólico español, considera que el resultado de la subasta no refleja la realidad del sector. En 2012 se paralizaron en España unos 10.000 MW eólicos adjudicados en los distintos concursos autonómicos, unos proyectos que hoy se encuentran en diferentes situaciones, algunos de ellos en circunstancias singulares (incluso con inversiones ya realizadas), lo que se ha reflejado en el interés del sector por acudir a la subasta y en las bajas ofertas.
Con esos datos, la subasta de 500 MW suena casi ridícula.
AEE considera que para instalar los 6.400 MW eólicos previstos en la Planificación Energética a 2020 y, con ellos, cumplir con los objetivos europeos a 2020, es necesario convocar ya una nueva subasta. Una convocatoria de los 5.900 MW restantes antes del verano sería lo ideal, ya que de ese modo se garantizaría el tiempo necesario para la instalación de los proyectos antes de 2020. Asimismo, el Gobierno debe garantizar una regulación estable y predecible de cara al futuro. De lo contrario, es prácticamente imposible que se cumplan los objetivos marcados por la UE de que el 20% del consumo final de energía proceda de fuentes renovables en 2020, que son vinculantes.
“Lo único que se ha demostrado en esta subasta es que hay apetito en el sector”, concluyen fuentes de AEE, “así que lo que pedimos es que se convoquen los 5.900 MW eólicos que hacen falta, que se convoquen de golpe y que se haga ya”.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.