Soñaría con tener fuentes autóctonas de energía, soñaría con tener muchas horas de viento, con tener muchas horas de sol, con territorios que tuvieran 1000m de desnivel para tener saltos y almacenamientos hidráulicos de energía. Soñaría con tener fuentes de energía geotérmicas de alta entalpía, como la procedente de los volcanes y con mar para aprovechar la geotermia de baja entalpía.
Soñaría con tener la posibilidad de disminuir la demanda, aumentando la eficiencia energética. Soñaría con tener consumos residenciales para promover el autoconsumo con balance neto o almacenamientos individuales, y disminuir las pérdidas de transporte de energía en la red. Soñaría con grandes consumidores próximos entre sí para poder crear cooling y heating district y ser aún más eficiente.
Soñaría con poder vincular el ciclo del agua a la energía. Realizar la desalación de agua y su depuración con fuentes renovables. Soñaría con disponer de empresas privadas y organismos públicos con experiencia en desalación, regeneración y depuración de aguas con fuentes de energía renovable.
Soñaría con una población que precisara cortos desplazamientos para introducir de manera masiva el vehículo eléctrico, recargado en los hogares mediante fuentes renovables. Soñaría que fuera nodo de transporte marítimo para generar de gas sintético a partir de fuentes renovables y suministrar a buques adaptados a gas natural.
Soñaría con un territorio donde hubiera distintos tamaños de sistemas eléctricos para poner en marcha a varias escalas de Smart Grids, la internet eléctrica, con sistemas de unos 9MW, como en La Gomera o el Hierro o de 90MW, como en La Palma, Lanzarote y Fuerteventura o 400MW, como en Tenerife y Gran Canaria
Soñaría que estos sistemas tuvieran topografías diferentes, con unos extensos y soleados y llanos, otros pequeños, lluviosos y abruptos e incluso combinaciones de ellos. Soñaría estuvieran próximos entre sí para optimizar la monitorización, explotación y gestión de los mismos.
Soñaría con un territorio que no tenga elaborada su planificación energética, con tener libre disposición reglamentaria para organizarla, con orientarla a conseguir la soberanía e independencia energética del exterior. Soñaría que las instalaciones existentes estén amortizadas económicamente para que sirvan de respaldo pero sin condicionarla.
Soñaría con instituciones públicas y privadas que tuvieran experiencia en el desarrollo de fuentes renovables, con centros de investigación de 25 años de experiencia renovables, como el Instituto Tecnológico de Canarias o como el ITER de Tenerife. Soñaría con centros de investigación de la economía azul como la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN).
Soñaría con éxitos científicos de talla mundial como el Instituto Astrofísico de Canarias, que sirva de ejemplo para saber como afrontar el liderazgo de este nuevo sueño.
Soñaría con tener ejemplos reales de planes de desarrollo sostenible integral con reconocimiento de Naciones Unidas como el PEDSI de la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria.
Soñaría con tener fondos específicos europeos para el desarrollo mediante estrategias de especialización inteligente, como la RIS3 de Canarias, con tener tejido empresarial del sector de renovables en toda la cadena de valor, ingenierías, fabricantes, instaladores, mantenedores, como el Cluster RICAM con experiencia internacional.
Soñaría con experiencias de proyectos innovadores donde la colaboración entre administraciones estatales, autonómicas, locales y empresas privadas hubiera sido un éxito como en Gorona del Viento.
Soñaría que los hitos logrados durante ese desarrollo sostenible pudieran ser fácilmente visitables por otros soñadores. Que pudieran ver a escala 1:1 las realidades de la nueva economía, las realidades del nuevo desarrollo sostenible.
Soñaría con un territorio desarrollado, en Europa, pero a la vez próximo a una zona en desarrollo como África y también que tuviera relación con América, incluso que hablaran el mismo idioma.
Soñaría con tener una sociedad orgullosa, que respete su territorio y que quiera resolver sus problemas olvidando actitudes mendicantes, con emprendedores locales dispuestos a asumir retos, como los empresarios canarios de finales del XIX que arriesgaron en la perforación de galerías de agua para resolver los problemas de sequía.
Soñaría que tuvieran carácter abierto, apoyo y buena disposición para todos los que vinieran de fuera, como hiciera D. Ricardo Ruiz Aguilar en 1894, poniendo en servicio primera central eléctrica de Tenerife mediante el aprovechamiento de un salto de agua, solo dos años después de que Nikola Tesla inaugurara la central hidroeléctrica en las cataratas del Niagara.
Soñaría con tener una condiciones económicas adecuadas, con un momento de crisis donde urja repensar las soluciones del progreso, añadiendo la sostenibilidad en los criterios de funcionamiento de la economía. Soñaría que ahora hubiera un sobrecoste de generación de 1.400M€ anuales porque esto favorecería cualquier mejora orientada a abaratar los costes.
Soñaría con un territorio donde las colaboraciones público-privadas gocen de seguridad jurídica, con tener un status reconocido en Unión Europea, donde las directivas comunitarias tuvieran especial consideración, como el REF y la Zona especial Canaria con la mejor fiscalidad de Europa.
Soñaría que el petróleo tuviera un impás, que estuviera barato, que tengamos la lección aprendida de su volatilidad especulativa en los precios, como ahora que está en 29$/barril mientras hace un año estaba a 130$/barril. Soñaría que se viera en ello una oportunidad para invertir en cambiar de modelo energético en lugar de una excusa para prorrogarlo.
Entonces serían necesarias personas que ejerzan pensamiento a largo plazo, que actúen sin intereses cortoplacistas, con sensatez y rigor, pensando en el bien común; que se anteponga el objetivo final por encima de las ideas y posturas personalistas, empresariales, partidistas y electoralistas. Donde los debates sean técnicos, científicos y económicos, donde llegue una nueva ilustración…
Entonces sería posible ver cumplido el sueño: Canarias, como Laboratorio de transición hacia el desarrollo sostenible.
Las condiciones son perfectas, solo nos faltan líderes decididos.
Abel Cedrés
Máster en energías renovables
Ingeniero Técnico Industrial e Ingeniero de Telecomunicación
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Hola, he visto casi por casualidad que la entrada aparece por “Carlos Sanchez “. ?!? Les pediría que revisaran esto y corrigieran la autoría del artículo
Saludos
Abel
Faltaría… que las generaciones actuales cambiaran de mentalidad.
Faltaría… que por la vía de urgencia en las escuelas se empezara ya a educar en el apoyo mutuo y el cooperativismo, en lugar de propagar el individualismo y egocentrismo y, puesto en práctica esto, sobre todo,
Faltaría… que cuando las/os jóvenes llegaran a la Universidad, no les dieran otra vez la vuelta como a un calcetín y volvieran a integrarlos en ese grupo del 19% que hace de perros pastores, capataces y sicarios al servicio del 1%.
Pero… sigamos soñando, amigo ¡Con los ojos bien abiertos!
Y para mi falta…. soñaría que la sociedad fuera la propietaria de todas estas infraestructuras para que fuera el pueblo el que decidiera que hacer y como gestionar las mismas y que el beneficio de todo esto repercutiera en esta misma sociedad….
Gran artículo, para un gran sueño. Aplicable también en Chile,lindas y productivas tierras del sur de Sudamérica que acogieron a ibéricos aventureros, hace un siglo.