Shell, a través de su filial australiana, ha alcanzado un acuerdo para adquirir todas las acciones de ERM Power. Se trata del proveedor minorista de electricidad australiano. El precio convenido es de 617 millones de dólares, unos 337 millones de euros.ERM
entró en el mercado de la electricidad para empresas e industrias, en Australia, hace diez años. La compañía, desde el principio de su actividad, ha mantenido una línea de crecimiento hasta llegar a ser el segundo mayor proveedor del sector en el país.
Y ERM no es sólo proveedor de electricidad. También se dedica a la generación, puesto que es propietaria y operadora de dos plantas de gas. Según indica Shell, ambas juegan un papel importante en la transición australiana a las energías renovables.
Zoe Yujnovich, presidenta de Shell Australia, ha dicho:
«Esta adquisición se alinea con la ambición global de Shell de expandir nuestro negocio de energía integrada y se sustenta en la capacidad de comercialización de gas que tiene Shell Energy Australia».
El futuro de ERM y de Shell Australia
Yujnovich también ha informado que ERM se convertirá en su plataforma central de soluciones de energía. Asimismo, ha añadido que la adquisición es un importante paso adelante en el crecimiento de negocio de energía integrada de Shell en Australia.
La operación ya ha sido aprobada por la Junta de Revisión de Inversión Extranjera y de la Comisión de Competencia y Consumo de Australia. No obstante, está pendiente aún de otras aprobaciones, como la de los accionistas de ERM.
Está previsto que la operación se complete antes de finales de 2019.
La transición de Shell
Ya hace mucho tiempo que decíamos que Shell, como otras grandes compañías petroleras estaban cambiando su modelo de negocio. El Acuerdo de París, las nuevas normas, etc… han hecho que las compañías abran nuevas líneas de negocio de cara a al transición energética. Por ello, la tendencia a las renovables y la búsqueda de nuevas alternativas.
El director general de Shell, Ben van Beurden, lo explicaba entonces con claridad:
“El Acuerdo de París ha fijado objetivos para hacer frente al cambio. Quiero que Shell promueva y desempeñe un papel en la transición energética a un futuro de bajo carbono cuando tenga una claro valor comercial. Un mundo de emisiones netas de GEI es posible para finales de siglo, tanto desde el punto de vista técnico como económico”.
Por otra parte, la tendencia hacia las renovables es cada vez más urgente en Australia. Así lo explicábamos hace poco cuando decíamos que una nueva herramienta climática pronosticaba el fin del invierno australiano en 2050. Entonces los australianos experimentarán una nueva estación que podría llamarse «Nuevo verano». Ese periodo podrá tener temperaturas constantes de más de 40 grados de forma prolongada.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela