La Unión Europea pone en marcha el proyecto OPTIMUS dentro del Programa de Cooperación Tecnológica EUREKA. ¿El objetivo? Obtener materiales más resistentes, de mayor durabilidad, más ligeros y con un mejor rendimiento de los seguidores solares fotovoltaicos.
Se trata de una iniciativa de I+D+i liderada por MECASOLAR, en la que colaboran ACF e ISTON, que pretende avanzar en los composites de base polimérica y cementicia.
La inversión del proyecto asciende a más de 830.000 euros, cofinanciados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y tendrá una duración de tres años. La finalidad es dar respuesta a las necesidades tecnológicas de la industria solar. Entre los aspectos que se mejorarán con los composites respecto a los actuales materiales (fundamentalmente acero galvanizado), destacan: la reducción de un 30% en el peso de la estructura; una mayor resistencia a la corrosión en ambientes agresivos aumentando la durabilidad de los seguidores; así como una disminución en el coste de mantenimiento de los seguidores y una esperanza de vida del seguidor que se espera sea idéntica a la de los paneles solares.
Para lograrlo, las tres compañías participantes en el proyecto trabajarán de forma coordinada hasta 2016. Desde MECASOLAR, multinacional especializada en el diseño y fabricación de seguidores solares, estructuras fijas para suelo y tejado y tornillos de cimentación para grandes plantas solares fotovoltaicas, subrayan que el desarrollo del proyecto OPTIMUS supondrá un salto tecnológico y de materiales de los seguidores solares, “con el que daremos respuesta a algunas de las demandas de los usuarios y a algunos inconvenientes de materiales que se utilizan actualmente en la construcción de seguidores”.
Áreas de trabajo de OPTIMUS
El Departamento de I+D de MECASOLAR destaca que los principales objetivos de la investigación colaborativa se centran en:
• Desarrollar materiales con mayor resistencia a las fluctuaciones climáticas y adaptable a condiciones climáticas extremas (para su aplicación en desiertos, monzones, etc.).
• Reducir el uso de recursos y costes materiales debido a la optimización del uso de fibras sin perder eficiencia mecánica; la mejora en la impregnabilidad y la cohesión entre las fibras y la matriz polimérica.
• Reducir el uso de recursos y costes materiales debido a la optimización del uso de refuerzos (fibras cortas poliméricas o metálicas) sin perder eficiencia mecánica; así como por la interacción mejorada entre el cemento y los agregados.
• Incrementar la durabilidad.
• Resistencia a los rayos UV, al fuego y a la humedad.
• Aumentar la ligereza y la compacidad de los composites.
• Adaptar el material a diferentes tipologías de suelos y mejora en la interacción con el suelo.
• Reducir las patologías asociadas a la penetración de agentes químicos (corrosión, carbonatación,..).
• Optimizar el material, dando lugar a una mayor efectividad de costes, reduciendo los costes de manufactura y los tiempos de producción.
• Mejorar la eficiencia energética y reducción del impacto ambiental en todo el ciclo de vida de las instalaciones de seguidores solares, reduciendo el consumo energético tanto en el proceso de producción como en el transporte de los materiales.
• Mejorar la calidad del producto y su rendimiento, comparado con los diseños estructurales tradicionales sin análisis de vida en servicio, en base a sistemas de producción efectivos en costes.
• Analizar la huella de carbono y requerimientos energéticos derivados del tratamiento y los procesos de producción de los nuevos materiales propuestos en comparación con la de los materiales tradicionalmente empleados en los seguidores solares.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.