Repsol
ha celebrado su Junta General de Accionistas. Entre otras cosas, su presidente, Antonio Brufau, ha señalado la gran oportunidad que la transición energética supone para la compañía. Las cifras más importantes de Repsol: 5.000M€ de inversión prevista en 2023; 35% de la inversión, destinada a iniciativas bajas en carbono; 2 millones de clientes de luz y gas; 0,70 €/acc, dividendo en efectivo en 2023, un 11% más.
El presidente de Repsol, durante la Junta, ha repasado las claves de la transición energética, principalmente en Europa. Pero también el camino hacia las cero emisiones netas en 2050. Asimismo, ha advertido de una mayor dependencia de China y Rusia, si Europa no cambia la forma de construir las cadenas de suministro.
Además, ha señalado que la compañía está inmersa en una transformación basada en sus capacidades humanas, tecnológicas e industriales. Con esa transformación asegurarán un futuro más rentable y sostenible.
Antonio Brufau ha destacado:
- Los planes de transformación de los complejos industriales para producir combustibles renovables, junto a los convencionales;
- El negocio de generación renovable −con un objetivo de capacidad instalada de 6 GW en 2025 y 20 GW en 2030−;
- La eficiencia energética;
- Y el despliegue de proyectos de hidrógeno renovable.
Ha dicho:
“Haremos de Repsol una empresa cada vez mejor, adaptada a los requerimientos de la sociedad, más rentable, a la vanguardia en innovación y ambiciosa en sus objetivos”.
También ha señalado:
“Como sociedad, nuestro reto es transformar nuestra forma de crecer, nuestra economía y nuestra industria para alcanzar la neutralidad climática en 2050, pero sin perder el liderazgo tecnológico-industrial”.
Según Brufau, Europa está centrada en la sostenibilidad de la transición energética:
“La descarbonización exige bases tecnológicas e industriales sólidas, exentas de ideologías y dogmatismos, y un marco regulatorio estable que incentive las inversiones para no perder competitividad”.
Energía en Europa
El presidente se ha referido a las medidas tomadas por Europa tras la guerra de Ucrania. Ha hablado positivamente de la solidaridad y cohesión de la UE. Pero también ha afirmado que la estrategia regulatoria de Europa carece de planificación. Y eso compromete la seguridad de suministro y la asequibilidad de la energía.
Ha opinado que la regulación europea fomenta la reducción de emisiones a costa de perder tejido industrial y competitividad. Una parte de las emisiones que reduce la UE se exportan a otros países que asumen esta producción industrial. Ha afirmado:
“Es imprescindible que Europa cambie la manera de construir las cadenas de valor y suministro para no depender en la transición energética aún más de China o Rusia”.
Además, ha recordado que la Unión Europea importa el 55% de la energía que consume. Y, mientras, Estados Unidos es un exportador neto.
Transición
Por otra parte, ha hablado de transición energética y de los mayores costes que va a suponer. Para reducirlos, ha dicho, el fomento de la tecnología y la innovación serán claves. Defensor de la neutralidad tecnológica, ha reiterado que debe abrirse la puerta a todas las opciones que garanticen una transición justa. Y que se debe incentivar la inversión privada en I+D+i y en escalado industrial.
Para Brufau, respecto a la descarbonización, son importantes la electricidad renovable y el vehículo eléctrico. Asimismo, considera que deben ir acompañados de combustibles líquidos neutros en carbono y de captura de CO2. Con ello, la transición será más rápida y tendrá menor coste para el ciudadano.
Adicionalmente, ha defendido unas reglas de juego claras para fomentar la innovación tecnológica y la inversión privada:
“La transición tiene que servir para fortalecer nuestro sistema tecnológico y nuestro tejido industrial”.
Y con el fin de que no se convierta en:
“Una plataforma extractiva de recursos públicos que alimentan las bases tecno-industriales de otras regiones”.
Finalmente, ha pedido que el ciudadano no sea el gran olvidado del debate energético:
“Los ciudadanos tienen derecho a decidir qué consumir y cómo hacerlo, siempre con el objetivo de la descarbonización, pero cubriendo sus necesidades energéticas a precios asequibles.
La regulación debería tener en cuenta las reclamaciones de la sociedad, que demanda un equilibrio en el trilema energético (energía segura, sostenible y asequible)”.
Crecimiento y diversificación de Repsol
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha destacado el buen desempeño de la compañía en el ejercicio 2022. Ha explicado que Repsol avanza en su ambición de liderar la transición energética. Y de cumplir las metas de crecimiento, diversificación y foco en la multienergía:
“Repsol está preparada para el futuro, con un negocio industrial de prestigio mundial, pionero en la transformación de sus activos, comprometida con el desarrollo de un tejido industrial sostenible, con el impulso de la eficiencia energética, el mantenimiento y generación del empleo y la aportación de valor a la sociedad”.
Ha recordado que en 2023 Repsol prevé invertir 5.000 millones de euros. Gran parte de esa cifra estará destinada a la transformación de sus negocios. Y un 35%, a proyectos bajos en carbono.
Una parte de su intervención ha tenido como tema destacado la retribución a los accionistas. Ha dicho:
“Seguiremos ofreciendo una retribución competitiva y atractiva, por encima de los compromisos establecidos en el Plan Estratégico, incrementando el valor para los accionistas”
En 2023, el dividendo en efectivo aumentará un 11%, hasta 0,70€ por acción. Adicionalmente, esa remuneración se complementará con programas de recompra de acciones, destinando al accionista un 30% de la caja operativa generada.
También se ha referido al compromiso de Repsol:
“Tenemos que descarbonizar. Tenemos un compromiso firme en esta línea. Pero no es ni puede ser el único objetivo. Debemos poner mucho foco también en la seguridad de suministro, en definitiva, energía para todos, así como energía asequible, a precios competitivos. Este es nuestro compromiso”.
Evolución de Repsol
Después se refirió a la incorporación de socios estratégicos en los negocios de Exploración y Producción y de Renovables. Y se refirió a las alianzas para otros proyectos.
Para 2023, habló de:
- La puesta en marcha de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, la de Cartagena. Empezará a producir a finales de año. Además, generará más de 1.000 puestos de trabajo y producirá 2 millones de toneladas de combustibles bajos en carbono;
- La planta de combustibles sintéticos de Bilbao;
- Y la Ecoplanta de Tarragona. Es el primer proyecto del país para valorizar residuos sólidos urbanos no reciclables y producir nuevos materiales y biocombustibles avanzados.
En negocios comerciales, ha remarcado que los clientes de luz y gas alcanzan ya los 2 millones, tras la adquisición del 50,01% de CHC Energía. Repsol se consolida como el cuarto operador del mercado de electricidad en España.
Asimismo, ha mencionado los 6 millones de clientes digitales alcanzados. Además, la apuesta por reforzar el perfil multienergético de Repsol. Ahora satisface las necesidades de combustible, electricidad, calefacción, solar o movilidad eléctrica.
Finalmente, ha definido el negocio de Renovables de Repsol como uno de los pilares fundamentales de la transición energética. Su objetivo es alcanzar una capacidad de generación renovable de 6.000 MW en 2025 y 20.000 MW en 2030.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela