Repsol alcanzó un beneficio neto de 2.341 millones de euros en 2018, un 10% más que los 2.121 millones de 2017 y récord de la compañía en los últimos ocho años. Este dato resulta significativo, ya que el precio medio del crudo Brent el pasado año fue de 71 dólares por barril, frente a los más de 111 dólares del ejercicio 2011.
El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, también se incrementó un 10%, hasta los 2.352 millones de euros, por encima de los 2.131 millones registrados en el ejercicio anterior.
Además de la solidez de los negocios, estos resultados reflejan la capacidad de adaptación e innovación de Repsol −especialmente, tras el éxito del programa de eficiencia aplicado en los últimos años−, así como su flexibilidad para incorporar y desarrollar nuevas capacidades. Todo ello ha permitido a la compañía aumentar la generación de valor y, al tiempo, desempeñar un papel más activo como proveedor multienergía.
El modelo de negocio integrado de la compañía le permitió obtener un mayor aprovechamiento de la mejora de los precios del crudo, que, en el caso del Brent, fueron un 32% superiores a los de 2017, aunque alejados de sus máximos históricos. Por su parte, el gas de referencia, Henry Hub, mantuvo una cotización media similar al ejercicio anterior.
Resultados en Upstream y Downstream
En este contexto, el área de Upstream duplicó su resultado, hasta los 1.325 millones de euros, continuando con la tendencia positiva de anteriores años. El incremento de la producción y la subida de los precios del crudo fueron decisivos para este buen desempeño. También los efectos de las medidas de los programas de eficiencia y de digitalización, que siguen evidenciando su eficacia.
El área de Downstream obtuvo un resultado de 1.583 millones de euros, con un mejor desempeño de los negocios comerciales, Marketing y GLP, y un positivo comportamiento de Trading y Gas. El área de Química se vio afectada por un peor entorno internacional y por las paradas de mantenimiento en algunas de las instalaciones industriales, que también tuvieron incidencia en Refino, al igual que la debilidad del dólar frente al euro.
La compañía incrementó su EBITDA hasta los 7.513 millones de euros, lo que supone un incremento del 12% respecto a los 6.723 millones del ejercicio anterior.
Reducción de la deuda neta y actualización de estrategia
El buen comportamiento de los negocios, unido a la venta de la participación en Naturgy Energy Group, incidieron en la reducción de la deuda neta del Grupo hasta los 3.439 millones de euros, frente a los 6.267 millones registrados al finalizar el año 2017, lo que supone una caída del 45%. Por su parte, a finales de diciembre la liquidez ascendía a 8.742 millones de euros.
El pasado mes de junio, tras haber cumplido con dos años de antelación con los objetivos de su Plan Estratégico 2016-2020, Repsol actualizó su estrategia hasta 2020. Esta actualización se basa en tres pilares: remunerar de manera creciente al accionista, crecer en Upstream y Downstream de forma rentable, y desarrollar nuevos negocios vinculados a la transición energética.
Dentro de este último eje, a finales de junio de 2018 Repsol alcanzó un acuerdo para la compra de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora de electricidad y gas, que contaba entonces con 750.000 clientes. Con esta adquisición, que se cerró el pasado 2 de noviembre, Repsol reforzó su posición como operador multienergía, sumando una capacidad total instalada de 2.952 MW (2.352 MW procedentes de esta operación, más 600 MW de sus actuales plantas de cogeneración).
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.