Según el último informe trimestral sobre el mercado europeo de generación de energía, la participación de las renovables en Europa en la generación de energía está superando a otras fuentes como el carbón o el gas. Del mismo modo, la situación de crisis provocada por el COVID-19 ha desencadenado una caída de la demanda, así como de los precios, en los dos últimos meses.
Los resultados del último informe realizado por EnAppSys, una agencia de análisis de datos del mercado energético europeo, hablan del buen momento de las renovables y de las consecuencias que están sufriéndose a causa de la crisis del coronavirus.
Gran participación de las renovables en la generación europea
En el primer trimestre de 2020, el 61% de la generación de electricidad fue llevada a cabo por renovables, que produjeron un total de 303 TWh. El crecimiento es notable si tenemos en cuenta que en el mismo periodo de 2019, esta cifra fue del 41%.
Gracias a unas favorables condiciones climáticas, la energía eólica consiguió suministrar el 42,3% del porcentaje total de las renovables en Europa. Este gran impulso de la eólica alcanzó su punto álgido el pasado mes de febrero y fue Alemania el país que más energía procedente de esta fuente de generación proporcionó.
También Alemania y otros países como Irlanda y Dinamarca estuvieron cerca de cubrir la mitad de su demanda eléctrica gracias a la generación eólica en el mes de marzo.
Las previsiones no son optimistas y está previsto que la disminución de la demanda y de los precios disminuya a medida que la crisis del coronavirus comience a golpear también a las economías familiares.
En segundo lugar en la generación renovable estuvo la energía hidráulica, que produjo 126,1 TWh en el primer trimestre, una cifra que es un 20% mayor a la obtenida en el primer trimestre de 2019, pero inferior a la registrada en el mismo periodo de 2018.
Por el contrario, la generación de plantas nucleares cayó a 192 TWh en los tres primeros meses de 2020, la cifra más baja del primer trimestre en los últimos cinco años y la que se rebajó de los 219.6 TWh producidos en el primer trimestre de 2019.
Jean-Paul Harreman, director de EnAppSys, explica: “El aumento en la generación por parte de las renovables en Europa se debió en parte a la reducción general de la demanda, que afecta la generación de combustible nuclear y fósil más significativamente que a las energías renovables.»
La crisis del COVID-19
El principal efecto de la crisis del COVID-19 durante el primer trimestre ha sido la caída de la demanda de energía debido al parón de las actividades de producción industrial y el transporte.
En total, desde la primera semana de febrero hasta finales de marzo la caída de la demanda de energía en Europa ha sido del 27%. Francia, Alemania, Italia, España y los Países Bajos sufrieron una caída de la demanda superior al 10%, un fuerte contraste respecto al mismo período en 2018, cuando ninguno de estos países vio una caída de la demanda de más del 1.5%.
Las previsiones no son optimistas y está previsto que la disminución de la demanda y de los precios disminuya a medida que la crisis del coronavirus comience a golpear también a las economías familiares.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.