El Gobierno dice que la suspensión del fracking será temporal, hasta que el organismo competente avale la seguridad de los trabajos. La oposición quiere que el cese sea definitivo.
Hace unos días fue el gobierno de los Países Bajos quien reveló que los trabajos de fracking de gas podían ser los responsables de los últimos terremotos registrados en la región. Y que la certeza de que la actividad sísmica había aumentado en la zona como consecuencia de la extracción de gas, había obligado a reducir el ritmo de los trabajos alrededor de dos tercios desde 2013.
Hoy es Reino Unido quien se muestra atemorizada por los posibles efectos secundarios de sacar gas del subsuelo, aunque su decisión ha sido más radical: anuncia que suspenderás las extracciones por temor a que este método pueda inducir terremotos.
En los Países Bajos admiten que desde mediados de la década de los 80, se han registrado más de mil temblores derivadas de la extracción de gas del subsuelo que han provocado daños en casas y edificios
Hay explicación científica que avala el miedo de los dirigentes de Reino Unido. Los trabajos continuados para extraer gas del subsuelo reducen la presión sobre las rocas que contienen gas, haciendo que se contraigan. Esto, a su vez, provoca un hundimiento del suelo que puede dar lugar a terremotos.
El pasado agosto, la empresa extractora Cuadrilla provocó un seísmo de 2,9 grados en la escala de Richter en la localidad de Blackpool, en el norte de Inglaterra
En los Países Bajos admiten que desde mediados de la década de los 80, se han registrado más de mil temblores que han provocado daños en casas y edificios, incluyendo algunas de las ricas reservas de iglesias medievales de la región.
Suspensión temporal e indefinida
La suspensión del fracking en Reino Unido llega después de que la Autoridad de Gas y Petróleo de Reino Unido (OGA, por sus siglas en inglés), haya señalado que «no es posible predecir la probabilidad ni la magnitud de un sismo causado por esta práctica». Declaraciones que surgen de un informe publicado a raíz de un seísmo de 2,9 grados en la escala de Richter que ocasionó la empresa extractora Cuadrilla el pasado agosto en la localidad de Blackpool, en el norte de Inglaterra.
La secretaria de Negocios del gobierno, Andrea Leadson, ha anunciado que esta medida será «temporal», hasta que sea probado que la extracción de gas en el país se puede hacer de manera segura.
Entre tanto, los partidos de la oposición piden que la práctica del fracking se prohiba de forma permanente.
Hablemos de ‘fracking’…
Fracking
es el término anglosajón que da nombre a las técnicas de extracción de gas y petróleo del subsuelo basadas en fracturación o estimulación hidráulica (mediante la inyección de agua y químicos a altas presiones).
Un informe publicado por Naciones Unidos habla de que en el subsuelo habría gas suficiente para medio siglo de consumo. Y que Argelia, Argentina, Canadá, China y Estados Unidos son los países con mayor cantidad de gas disponible para extraer.
El mismo estudio habla del gas como una buena alternativa de transición hacia energías alternativas ya que que «sus emisiones son un 40% más bajas que otros combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón». «Además, ofrece la ventaja de que puede ser almacenado y usarse cuando la demanda energética lo exija y no pueda cubrirse mediante energías renovables», afirma el informe.
Pero también tiene desventajas: «el gas natural es también un combustible fósil y, por lo tanto, emite dióxido de carbono cuando se quema; además, uno de sus principales componentes, el metano, posee un potencial de calentamiento 28 veces mayor que el del dióxido de carbono.»
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.