La Comunidad de Regantes Sta Mª Magdalena de Jaén calcula que las pérdidas por las dificultades para vender los excedentes de la energía solar que se genera en su planta fotovoltaica ya superan los dos millones de euros. Teniendo en cuenta que sufren este problema desde hace casi un año estiman que la deuda ronda los 6.000 euros diarios.
Dado el coste de la elevación de agua, esta Comunidad de Regantes acordó la construcción de una planta fotovoltaica de 3,5 MWp con la intención de minorar el coste energético y sin la cual no sería viable el riego en esta zona.
La instalación de la planta fotovoltaica ha supuesto una inversión de 4,5 millones de euros, sufragados íntegramente por los 1.250 agricultores que conforman la Comunidad. Pese a ser autorizada tanto para autoconsumo como para venta de excedentes, los comuneros denuncian que aún no han logrado ninguna retribución por dicha energía.
Los regantes culpan a las compañías eléctricas
Los responsables de la comunidad alertan de que los excedentes son aprovechados por las compañías eléctricas, «que han llegado a vender esta energía a más de 700 euros/MWh». Asimismo, culpan a estas empresas de ser «opacas en la gestión y de ralentizar los trámites necesarios para comercializar los excedentes».
En línea con la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), los de Jaén defienden una reducción de las tarifas eléctricas e insisten en que se aplique la doble potencia en el sector agrario. También piden un tipo de IVA reducido para suministros de riego, lo que según los cálculos de Fenacore podría abaratar la factura en torno a un 30%.
“Esta situación excede del tema meramente administrativo, ya que cuando se realizó la inversión para instalar la planta fotovoltaica se contempló la venta de excedentes, además del propio autoconsumo», explica el presidente de la CCRR Sta Mª Magdalena, Eduardo Díaz.
«Las eléctricas deberían de compensarnos y, si no nos pagan la energía, al menos que no se la cobren a los usuarios”, pide.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.