La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPM
, en colaboración con Energía y Sociedad, han organizado una jornada en la que PwC ha presentado el estudio: “Las redes eléctricas como piedra angular de la transición energética y la industrialización”. Entre las conclusiones, el papel clave de las redes para la descarbonización. Asimismo, su importancia ante las nuevas oportunidades económicas. Y la imperiosa necesidad de invertir en ellas.
La transición energética y medioambiental debe seguir avanzando para cumplir objetivos establecidos por la UE. Pero es también una oportunidad económica, que generan las propias energías renovables, la fabricación de nuevos equipos, vehículos eléctricos, etc.
Hay industrias y empresas que ponen su foco de atención en los precios competitivos y estables de las energías renovables. En ese aspecto, España es un país con grandes recursos de sol y viento. Además, tiene espacio suficiente para realizar las instalaciones, incluso saltos de agua para almacenar energía. Por todo ello, nuestro país ofrece ciertas ventajas competitivas frente a otros países europeos. Tanto los consumidores domésticos, como la industria y la economía deben poder beneficiarse de ello.
Pero para conseguirlo, se necesitan redes eléctricas que puedan distribuir la electricidad en el momento, en el lugar y con la potencia necesaria.
Estudio de PwC sobre redes eléctricas
Óscar Barrero
, socio de PwC, ha presentado un estudio en la UPM. Su título: “Las redes eléctricas como piedra angular de la transición energética y la industrialización”.
Según el mismo, para que las redes eléctricas acompañen a todo lo dicho anteriormente es necesario:
- Disponer de una planificación flexible que se revise de una manera ágil. Así se podrá dar respuesta a las nuevas necesidades de conexión de la generación y del consumo en tiempo razonable.
- Modernizar y optimizar la normativa de acceso y conexión a la red, especialmente, la de la conexión de la demanda. Así como agilizar el proceso de tramitación.
- Anticipar las inversiones que el sistema eléctrico va a necesitar, en vez de ir atendiendo cada petición de manera individual. Y eliminar el límite legal de las inversiones en redes eléctricas para reforzarla, modernizarla y ampliar sus conexiones.
- Establecer un marco retributivo más simple, estable y predecible que suponga un impacto positivo en la economía española y en el resto de los sectores. Debe estar alineado con las mejores prácticas y adaptado a los nuevos retos y roles que ofrece la transición energética. Según el estudio:
“Para ello, establecer una tasa de retribución financiera adaptada al contexto actual, aplicando valores unitarios de inversiones y costes actualizados y adaptados al mercado”.
Mesa redonda sobre redes eléctricas
Tras la presentación del estudio, tuvieron lugar dos mesas redondas. La primera se centró en las redes eléctricas como centro de la transición energética y digital. Entre las conclusiones de los participantes:
Tomás Romagosa, director técnico de AEE, explicó que, si no se expanden las redes eléctricas, no se cumplirán los objetivos del PNIEC para 2030. Además, dijo que las renovables suponen un driver fundamental para que la industria venga a España. Y que es necesaria una planificación de la red de transporte mucho más ágil que se adapte a las necesidades.
Intervino también José Manuel Menéndez, director técnico de la Asociación Española de baterías y el almacenamiento energético (AEPIBAL). Habló del importante papel del almacenamiento en el sistema. Explicó que el crecimiento de la demanda va por detrás del de las renovables. Y que La regulación no está sacando el máximo provecho del almacenamiento. Son necesarios refuerzos de red y flexibilizar el acceso para conectar almacenamiento en nudos congestionados con renovables, añadió.
Manuel Giménez Rasero, director de Spain DC, hizo referencia a la “revolución de los datos”. En esa línea, señaló a España y su posición privilegiada para convertirse en una potencia de atracción de Data Centers. Pero son necesarias redes y acceder a las mismas. Asimismo, una planificación de la red de transporte que no sea quinquenal y se revise con carácter dinámico. Y visibilidad de la disponibilidad de potencia a largo plazo:
“Las redes eléctricas deberían estar ya disponibles, venir dadas, y no ser un problema adicional para los Data Center que se deberían centrar sólo en los desafíos tecnológicos. La planificación de la red debe ser dinámica y muy flexible para cubrir las nuevas necesidades de demanda”.
Marta Castro
, directora de regulación de AELEC, cerró la primera mesa. Explicó el papel de las redes eléctricas como el eje vertebrador de la descarbonización de la demanda. Afirmó que, si no invertimos en redes, estaremos perdiendo la ventaja competitiva. Además, señaló que el PNIEC no da la suficiente importancia a la inversión en redes eléctricas. Por otro lado, destacó que otros sectores tienen hojas de ruta a largo plazo. Y eso sería muy necesario para las redes eléctricas en España. Francia, por ejemplo, ha identificado 50 polos industriales que van a electrificar y para ello facilitarán el desarrollo de red.
Segunda mesa
En la segunda mesa intervino Mónica Puente, presidenta de FutuRed. Habló del reto que supone la digitalización y automatización de la red de distribución para las nuevas necesidades. Asimismo, dijo que el operador debe agilizar los periodos y condiciones regulatorias. Así, las inversiones podrán ser atractivas y la industria estará dispuesta a invertir.
También participó Julio Lumbreras, doctor ingeniero Industrial de la UPM y líder en España de la Misión Board for Climate-neutral and smart cities de la Comisión Europea. Habló del importante papel de las redes para la descarbonización de las ciudades. Un gran porcentaje de reducción de emisiones se podría alcanzar electrificando el transporte, el sector residencial y la generación eléctrica. Para ello, se necesita más electricidad y, evidentemente, inversiones en redes. Por tanto, dijo, el éxito depende de las redes.
Guillermo Amann, adjunto a presidente de Velatia, destacó que en España tenemos una muy buena calidad de las redes eléctricas. Y, además, un potente tejido industrial asociado. Todo ello genera riqueza y empleo estable y de calidad. Para los nuevos retos, necesitamos una red mucho más reforzada de la que tenemos ahora. Reto importante y apasionante.
Cerró la mesa, Aurora Simón Abajo, gerente de compras de energía de Verallia. Explicó su novedoso proyecto para descarbonizar sus hornos de vidrio en toda España. Y cómo, para ello, necesitan acceder a la red eléctrica y potencia disponible. Es necesaria visibilidad de dicha disponibilidad. Pero también un diálogo entre los agentes implicados para poner en común necesidades y realizar un planteamiento global.
Luis Badesa, Profesor e investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica, Automática y Física Aplicada, UPM, clausuró la jornada. Comentó los mensajes más destacados de los ponentes y dijo:
“Los participantes consideran las redes eléctricas un asunto de relevancia máxima para lograr la descarbonización y poder atender a la demanda electrificable, para lo cual solicitan inversiones en redes, un marco para ello, y una planificación de la red mucho más flexible”.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela