, junto a la cooperativa Megara Energía, ha publicado el ‘Manual para una comunidad energética rural’, con el objetivo de ayudar a las poblaciones de la España rural a desarrollar comunidades energéticos. El documento despejará las dudas de los vecinos, ayuntamientos, pymes y otros actores locales a la hora de emprender proyectos de este tipo para producir y gestionar conjuntamente energías renovables para consumo colectivo.
El manual ofrece información útil y consejos prácticos para ampliar los conocimientos, alianzas y recursos necesarios para diseñar y gestionar progresivamente una comunidad energética. Entre otras cosas, explica las figuras jurídicas más adecuadas para constituirla, su funcionamiento y las distintas opciones de financiación.
La guía también presenta diversas iniciativas existentes en toda España, unidas por proyectos que fomentan las energías renovables para satisfacer las necesidades y expectativas de las generaciones actuales y futuras que han optado por instalarse en el campo.
Ejemplos de comunidades energéticas
Muchos de estos proyectos tienen iniciativas relacionadas con los estilos de vida tradicionales y los hábitos de uso del agua, la biomasa, el sol y el viento. Entre ellos está el ejemplo de la asociación solar Hacendera en Castilfrío de la Sierra (Soria), la primera comunidad energética rural creada en España. Esta comunidad, impulsada por el Grupo Red Eléctrica, el Ayuntamiento y la cooperativa Megara Energía, cubre el 69,84% de las necesidades eléctricas del Ayuntamiento y reduce su huella de carbono. La ciudad de Castilfrío ahorró casi 3.500 € (64,27% del coste total de la electricidad) en su primer año de funcionamiento. Esta iniciativa se extenderá a los 16 municipios de la comarca de las Tierras Altas.
¿Qué son las comunidades energéticas?
Las comunidades energéticas son entidades jurídicas cuyo objetivo es fomentar y facilitar la implicación activa de los consumidores en el sistema energético y mejorar la gestión energética a través de una gobernanza abierta y voluntaria basada en la participación. Los ingresos y beneficios de estas actividades se destinan principalmente a proporcionar servicios y beneficios medioambientales o socio-económicos a los integrantes de la comunidad local o al área local.El programa CE–IMPLEMENTA tiene como objetivo promover más de 40 iniciativas a través de dos líneas de ayudas. Mientras que la primera línea destinará 10 millones de euros a pequeños proyectos para impulsar 21 iniciativas, la segunda de ellas contará con 30 millones de euros para poner en marcha unos 20 proyectos medianos o grandes. En el concurso de pequeños proyectos, la inversión no debe superar el millón por iniciativa.El Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) será el encargado de gestionar estas ayudas, que se otorgarán por concurso y cubrirán hasta el 60% de los costes de los proyectos subvencionables.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.