Red Eléctrica de España instalará en la isla de Lanzarote un volante de inercia para almacenar energía. Esta tecnología actuará como estabilizador de frecuencia y de tensión del sistema eléctrico Lanzarote-Fuerteventura, y se prevé que pueda exportarse a otros sistemas eléctricos aislados.
La falta de sistemas de acumulación de energía puede limitar el desarrollo de las energías renovables y, en especial de la energía eólica. Por eso, este proyecto de I+D+i de Red Eléctrica, pionero en España, tiene como finalidad comprobar si estas instalaciones son una alternativa eficiente para mejorar la seguridad y estabilidad de la red en los sistemas eléctricos aislados y débiles, a la vez que favorecen la integración de energías renovables.
Esta instalación, que tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros, se situará junto a la subestación de Mácher, de 66 kilovoltios (kV), en el municipio de Tías, en Lanzarote.
¿Qué son los volantes de inercia?
Los volantes de inercia son equipos giratorios que convierten la energía eléctrica en cinética, la almacenan y, posteriormente, cuando el sistema lo requiere, la devuelve a la red como energía eléctrica.
El volante de inercia podrá inyectar o absorber de la red una potencia máxima de 1,65 MW durante aproximadamente 12 segundos, aportando un total de unos 18 megavatios por segundo (MWs) de energía, según la programación del equipo. Esto permitirá también mitigar las consecuencias de cambios bruscos de la frecuencia del sistema dentro de unos parámetros preestablecidos, dándole estabilidad, algo muy relevante en los sistemas aislados.
Un proyecto piloto con futuro
El Gobierno de Canarias ha aprobado la declaración de interés general para este proyecto de I+D+i, cuya entrada en funcionamiento está prevista para el primer trimestre del 2014. Actualmente, ni la red de transporte de Canarias ni la peninsular cuentan con una instalación para estabilizar la frecuencia y la tensión mediante la tecnología de volantes de inercia.
Funcionamiento técnico de los volantes
Los volantes de inercia acumulan energía mecánica en forma de energía cinética en una masa rodante. Cuando se quiere recuperar la energía almacenada en el volante, una máquina funciona como generador y se encarga de convertir dicha energía mecánica en energía eléctrica. La conversión energética inversa, destinada a cargar el acumulador, se realiza mediante el accionamiento de un motor. Lo habitual es que el volante se incorpore al motor–generador eléctrico configurando una máquina aislada, conectada al exterior a través de cables al igual que en una batería electroquímica. Algo así como “baterías mecánicas recargables”.
Los sistemas de almacenamiento cinéticos de energía basados en volantes de inercia están caracterizados por ser capaces de proporcionar grandes picos de potencia. Un volante de inercia es capaz de almacenar grandes cantidades de energía y rangos de potencia desde kilowatios a megavatios. La rápida respuesta en los volantes de inercia los hacen útiles para multitud de aplicaciones. Además proporcionan protección contra las perturbaciones de tensión en la red eléctrica, especialmente para, a corto plazo, suplir los picos en la demanda, y evitar la necesidad de otros sistemas de respaldo.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Es muy interesante el tema de almacenamiento de energía para los países que tienen instalaciones aisladas