Según el Ministerio de Medio Ambiente los tendidos eléctricos provocan cada año la muerte a 25.000 aves por colisión con los cables o al electrocutarse cuando se posan. Por eso, Red Eléctrica continúa su ambicioso trabajo de cartografiar los principales corredores de vuelo utilizados por las aves en sus desplazamientos regulares.Red Eléctrica
, dentro del marco de actuaciones para prevenir, corregir y minimizar posibles colisiones con tendidos eléctricos, continúa con su proyecto iniciado en el 2010. Arrancó con un exitoso programa piloto en Extremadura y Andalucía y abordó en una segunda fase las comunidades autónomas de Madrid, Castilla y León, Murcia, Comunidad Valenciana y Canarias, siempre con el objetivo de tener el mapa completo en el 2014.
Espirales salvapájaros
La empresa, que ya aplica en sus líneas medidas preventivas y correctoras como las espirales salvapájaros, reconoce que la mejor opción es “evitar en lo posible el paso de las líneas eléctricas por zonas con presencia de aves sensibles”. Por eso se ha creado un sistema de información específico que se incorporará al Sistema de Información Geográfica (SIG) de la compañía.
Esta información servirá fundamentalmente para tomar decisiones durante la planificación y diseño de la red de transporte; optar por pasillos de menor impacto para nuevos proyectos, e identificar puntos conflictivos en la red actual para corregirlos.
Para lograr estos objetivos, se ha recopilado y cartografiado información —tanto pública como inédita— sobre las áreas frecuentadas por las especies seleccionadas, unas 40 entre aves sedentarias y migratorias.
El trabajo, que se revisará y actualizará periódicamente, ha contado con la colaboración de investigadores, asociaciones naturalistas y las consejerías de Medio Ambiente de las citadas comunidades autónomas. Los resultados se pondrán al servicio de las distintas administraciones responsables de la evaluación ambiental de nuevos proyectos y de protección de la fauna.
Datos preocupantes
Según SEO/BirdLife, cada año la muerte a 25.000 aves, muchas de ellas en peligro de extinción, se produce por colisionar en vuelo con los cables o al electrocutarse cuando se posan en apoyos especialmente peligrosos. Los accidentes con la red eléctrica son la primera causa de mortalidad no natural para especies como avutardas y distintas rapaces.
Las cifras de aves amenazadas muertas por los tendidos eléctricos son preocupantes: en 10 años, se contabilizaron 200 águilas perdiceras y en los últimos 15 años han muerto más de 120 águilas imperiales cuando sólo hay 220 parejas reproductoras.
Las electrocuciones se producen al posarse una ave en una línea de distribución, una línea de tensión inferior a los 45 KV, las de menor tamaño. Si el pájaro toca dos cables a la vez, o si una vez posado sobre la torreta metálica, toca un cable, el circuito se cierra y se produce una descarga eléctrica, que normalmente causa la muerte inmediata del ave.
La colisión se produce en todo tipo de líneas, independientemente de su voltaje. Suele ocurrir en condiciones de escasa visibilidad y afecta a un gran número de especies. En áreas con gran concentración de aves, en zonas húmedas o de paso migratorio, es donde se produce una mayor mortalidad. Suele afectar a especies gregarias que vuelan en bandos, como grullas, cigüeñas, anátidas o avutardas.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.