El regulador de Nuevo México se ha opuesto a la adquisición de PNM Resources por parte de Avangrid, la filial de Iberdrola. Con el rechazo, impide la expansión que la compañía esperaba en Estados Unidos. La decisión ha sido unánime por parte de la comisión que ha evaluado la oferte. Suponen que los riesgos del acuerdo superan los beneficios para los contribuyentes estatales.
Hablábamos hace unos meses de esta operación
y decíamos que contaba con casi todos los permisos oficiales, incluso con la aprobación de los accionistas de la compañía. En un mercado como el estadounidense, la operación suponía un valor de empresa implícito de unos 8.300 millones de dólares (7.007 millones de euros). Eso, teniendo en cuenta una deuda neta más ajustes de aproximadamente 4.000 millones de dólares (unos 3.377 millones de euros).
La adquisición también suponía la creación de una de las mayores compañías del sector en Norteamérica. Por detrás, 10 eléctricas reguladas en seis estados: Nueva York, Conneticut, Maine, Massachussetts, Nuevo México y Texas. Además, convertiría a la empresa en el tercer operador del país, con presencia en 24 estados.
Decepción de Iberdrola y PNM Resources
Según indica Europa Press, desde Iberdrola han mostrado su decepción. Han dicho que la decisión es injusta y que se plantean acudir al Tribunal Supremo. Entre otras cosas, han señalado que cuentan con todos los permisos de diferentes organismos y el apoyo de grupos de interés.
Por su parte, el presidente y consejero delegado de PNM Resources, Pat Vincent Collawn, también ha señalado su decepción. Explicó en un comunicado que no se habían tenido en cuenta:
“Los méritos de los acuerdos alcanzados por las partes y también se rechazó la solicitud de escuchar argumentos orales”.
Además:
“Presentamos un acuerdo que fortalecería el futuro de Nuevo México al asociarnos con una empresa global para enfrentar los desafíos del cambio climático. A la vez, garantizábamos un servicio asequible y confiable para los clientes de PNM en los próximos años”.
El proceso
Cinco agencias federales y la Comisión de Servicios Públicos de Texas ya habían revisado y aprobado la fusión de PNME Resources y Avangrid. Sólo quedaba la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México.
Previa a la votación de la comisión, los miembros de la misma habían mostrado dudas sobre el respaldo a la operación. Entre esas preocupaciones: el historial de servicios públicos de Avangrid en Maine; y la investigación en España de Iberdrola por el caso Villarejo.
La fusión con PNM Resources iba a suponer una aceleración de su crecimiento en EEUU. Entre otras coas, gracias a: los 4,1 millones de puntos de suministro; la base de activos regulados (RAB) de unos 14.400 millones de dólares (unos 12.157 millones de euros); los más de 168.000 km de redes de distribución y transporte; y los 10,9 GW de capacidad instalada.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela