Las plantas de carbón en Estados Unidos se están cerrando, una situación que, además, sigue en aumento. Según un informe de Bloomberg New Energy Finance, es «la oleada más grande de cierres de plantas de carbón de la historia de EEUU», con el cierre planificado de 23 GW de capacidad de carbón este año, y un total de 50 GW para el año 2020. ¿Ocurrirá algo parecido en España?
La causa principal del declive de la energía producida por la quema de carbón en EEUU proviene del mercado: la revolución del gas de esquisto cuya quema no solo es más limpia que el carbón sino que en muchos casos es, al menos, tan económica como el carbón ha tenido mucho que ver, pero también porque más del 90% de estas plantas tienen más de 20 años, aunque de ese porcentaje muchas son muy antiguas.
En definitiva, que aunque el Gobierno federal no obligue a las empresas energéticas a dejar el carbón de lado, el mercado y las presiones públicas por parte de los consumidores las están enviando al cajón de los olvidos.
Y ¿qué hacemos con las antiguas plantas de carbón?
Las plantas de carbón tienden a ser muy sucias, ubicadas en medio de la nada (nadie quiere vivir cerca de una planta de carbón), y llenas de maquinaria abandonada que debe retirarse. Los edificios en desuso deben ser destruidos. Por otro lado, por definición están bien conectadas a la red eléctrica, a menudo se encuentran a orillas de un río, y suelen estar en zonas que están ansiosas por crear un nuevo mercado que dinamice la economía.
Todo esto es aplicable a Widows Creek, una planta de carbón al norte del estado de Alabama (EEUU), propiedad de la Autoridad del Valle de Tennessee (AVT) que se cerró como parte del acuerdo extenso de aire limpio de 2011 entre el AVT, la EPA (US Environmental Protection Agency) y otras organizaciones medioambientales.
Es un caso curioso porque Google ha anunciado que convertirá esta planta de carbón en un centro de datos alimentado 100% con energías renovables. Si todo sale según el plan, esto podría convertirse en una rara y pura victoria en la transición que pretende dejar atrás el uso de combustibles fósiles: Google consigue un emplazamiento abandonado con amplias infraestructuras; las comunidades colindantes reciben un nuevo impulso económico; el clima consigue una reducción de millones de toneladas de emisiones de efecto invernadero cada año.
Sin embargo, como señala James Surowiecki en la última edición de MIT Technology Review, la estrategia de «Espera-que-ya-lo-hará-Google» no funcionará en todas partes. Estados, ciudades y comunidades rurales a lo largo del país se enfrentarán al desmantelamiento, la rehabilitación y reutilización o la demolición de cientos de viejas plantas de carbón durante el próximo par de décadas. Las empresas energéticas no disponen de capital suficiente para realizar estos trabajos por su cuenta. No todas se convertirán en centros de datos limpios y punteros.
Otros ejemplos creativos de recuperación
Quizás el más conocido sea el proyecto Seaholm de Tejas (EEUU). Ubicada a orillas del lago Lady Bird en el centro de Austin, la Planta Energética Seaholm de 100 MW se cerró en 1996. Hacia mediados de la década de 2000, el Ayuntamiento reurbanizó el solar, convirtiéndolo en un complejo comercial, empresarial y residencial de 100 millones de dólares (lo que equivale a unos 90 millones de euros) en torno al edificio Art Deco de la planta. La promotora Southwest Strategies Group dio la bienvenida al primer inquilino importante, el proveedor de software médico Athenahealth, en febrero de este año.
El año pasado, el Ayuntamiento de Sacramento aprobó la financiación para el Powerhouse Science Center, un museo y complejo de educación científica y tecnológica en el emplazamiento de la antigua estación B, una planta de Pacific Gas & Electric que se construyó en 1912. El proyecto de 89 millones de dólares (unos 80 millones de euros), que incluirá un recinto ferial, un planetario, un laboratorio medioambiental y una cafetería al aire libre a orillas del río Sacramento, tiene planificado el comienzo de las obras para este año.
Uno de los proyectos más ambiciosos de rehabilitación de plantas de carbón será el Potomac River Green, en el emplazamiento de la Estación de Generación de Energía del Río Potomac al sur de Alexandria (EEUU) que se cerró en 2012 tras años de protestas y batallas legales con ecologistas. Liderado por la Fundación para Cielos Estadounidenses Limpios, el resultado de la rehabilitación de 450 millones de dólares (unos 403 millones de euros) será un barrio mixto dotado de pisos, comercios, instalaciones recreacionales, un hotel y la generación in situ de energías renovables.
Eso es básicamente el resultado ideal en cuanto a la reutilización de antiguas plantas de carbón. No todos los proyectos tendrán tanto éxito; algunos, sin duda, se convertirán en elefantes blancos, con un alto coste para los contribuyentes. Y algunas plantas de carbón simplemente se abandonarán para que se oxiden allá donde estén, monumentos en descomposición de la era de los combustibles fósiles.
Fuente: MIT Technology Review – Richard Martin – Traducido por Teresa Woods
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.