Se calcula que para 2050 las emisiones derivadas del transporte marítimo aumentará hasta un 130% por encima de los niveles de 2008. La pregunta es: ¿qué alternativas hay para reducir las emisiones de los grandes buques?
El último estudio sobre emisiones de gases de efecto invernadero de la Organización Marítima Internacional (OMI) indica que entre 2008 y 2018 el comercio marítimo creció un 40%, mientras que las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero disminuyeron alrededor de un 5%.
La OMI señala como responsables del descenso del volumen de emisiones a las mejoras en la eficiencia energética de los buques; pero también considera que este recorte es insuficiente. De hecho, se calcula que para 2050 las emisiones derivadas del transporte marítimo aumentará hasta un 130% por encima de los niveles de 2008.
Alternativas para reducir las emisiones del transporte marítimo
Aunque el transporte por mar no entra dentro de los objetivos del Acuerdo de París y tampoco está cubierto por los compromisos nacionales de reducción de emisiones, sus responsables sí se muestran concienciados con la necesidad de tratar de reducir las emisiones derivadas de su actividad.
La industria está explorando una amplia gama de medidas:
- Soluciones tecnológicas y operativas para aumentar la eficiencia, como un diseño mejorado del motor y el casco, la energía en tierra o la programación mejorada y la disminución de la velocidad de los barcos
- Propulsión eléctrica para ferris y otros buques de corta distancia
- Uso de varios combustibles alternativos para embarcaciones de aguas profundas, que constituyen la gran mayoría de los más de 50.000 barcos que navegan hoy por los mares del mundo.
En este sentido, el gas natural licuado (GNL) se está utilizando como combustible fósil de transición con menor intensidad de carbono, mientras que en algunos proyectos piloto se están explorando nuevos combustibles sostenibles como el hidrógeno verde (generado a partir de energías renovables), el amoníaco, el metanol y los biocombustibles
Compensar las emisiones
Las empresas de transporte marítimo más preocupadas por el daño medioambiental derivado de su actividad apuestan fuerte por compensar las emisiones inevitables.
Esta práctica, conocida como offsetting consiste en consiste en comprar créditos de carbono procedentes de proyectos certificados por terceros, como iniciativas deforestación y protección forestal, biogás, dispositivos solares comunitarios, etc.
También un interés cada vez mayor en el sector marítimo por los llamados proyectos de carbono azul. Estos implican la conservación, restauración o expansión de ecosistemas costeros y marinos, como los manglares, marismas y praderas de pastos marinos. Los científicos estiman que hasta el 19% de las emisiones de la deforestación tropical global es liberado por los ecosistemas costeros degradados.
Fuente: Valor Compartido
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.