El Puerto de Valencia ha adjudicado por 3,6 millones de euros a un consorcio de empresas, la instalación de una nueva red de sensores medioambientales para medir la contaminación atmosférica, que prevé que esté operativa para finales de 2020 o a principios de 2021.
La citada red de medidores tendrá un circuito abierto que conectará directamente con la red de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Hasta entonces, dado que el circuito actual es cerrado y no se puede conectar a otras redes, el Puerto facilitará sus datos a la Conselleria con la periodicidad que esta determine.
Así lo anunció el viernes pasado el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Administración.
De este modo, explicó, se recoge la petición del alcalde de València, Joan Ribó, que también solicitó el viernes a la APV que «los datos de sus analizadores de la calidad del aire del puerto se pongan en contacto con la red de la Conselleria».
La solución definitiva en todo caso, apuntó Martínez, pasa por el plan eólico que ha diseñado la APV y que se desarrollará en dos fases. En un primer momento se instalarán cinco aerogeneradores y posteriormente otros dos, con el objetivo de conseguir entre 12 y 16 megavatios.
El objetivo, señaló el edil, es que «todas las personas puedan tener diariamente los resultados de estos análisis y sepan con certeza qué es lo que está pasando con el medio ambiente del puerto». A su entender, es de la «máxima importancia conocer los datos de forma clara para así poner remedio, si hace falta, a la situación medioambiental del puerto de Valencia».
Desde la APV, Martínezaseguró que hablarán con Conselleria para facilitarles los datos de su actual circuito que cuenta con siete detectores, con la periodicidad que ésta requiera.
Sostenibilidad y eficiencia energética, caballos de batalla
Para el presidente de la APV, tanto la sostenibilidad como la eficiencia energética serán uno de los «caballos de batalla» de los próximos años, en los que el Puerto de Valencia se ha marcado el objetivo de adelantarse a las exigencias europeas, que instan a llegar a la eficiencia energética entre 2020 y 2025, y convertirse en un puerto «autosuficiente» capaz de «autoabastecerse» energéticamente en 2025.
Para ello, recordó, tiene en marcha un ambicioso plan que abarca desde la construcción de una subestación eléctrica, hasta la instalación de energía fotovoltaica y torres eólicas.
Al respecto, señaló que la subestación eléctrica, que rondará los 8 millones de euros y tendrá una potencia de unos 30 megavatios, está pendiente de la autorización de Conselleria. Cuando esté construida, la intención es fomentar y pactar con los barcos que cuando entren al puerto valenciano se conecten a la red eléctrica, y con ello reducir las emisiones.
No obstante, hasta que la subestación no esté «no se puede dar este paso», ha apuntado Martínez, ya que la potencia actual del puerto está entre 12 y 13 megavatios.
Además, el plan de la APV abarca también la energía solar que arrancará con una «banco de pruebas» de plataformas fotovoltaicas, una vez se licite su instalación en el segundo semestre de este año. Como máximo este tipo de energía aportaría 4 megavatios.
Equipo de medición del viento
La solución definitiva en todo caso, apuntó Martínez, pasa por el plan eólico que ha diseñado la APV y que se desarrollará en dos fases. En un primer momento se instalarán cinco aerogeneradores y posteriormente otros dos, con el objetivo de conseguir entre 12 y 16 megavatios. Cada torre eólica costará alrededor de 1,1 millones de euros por megavatio instalado, de modo que teniendo en cuenta que se estiman de alrededor de 4,5 megavatios, cada torre costaría cerca de 5 millones de euros.
Precisamente para conocer el tipo de torres eólicas más adecuado para el puerto valenciano, esta misma semana se ha instalado un equipo para medir el viento que, durante un año, captará los vientos, su forma, sus horarios… y con los datos que recopile se decidirán las torres más aptas para este entorno.
Aurelio Martínez defendió que se trata de un «ambicioso» plan que responde a una «exigencia social» y que además es «económicamente rentable» y ha calculado en «probablemente en un plazo de ocho o nueve años se recuperará la inversión».
Fuente: Europa Press.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.