La epidemia de COVID-19 podría pasar factura a las energías renovables durante 2020 y 2021. Según un análisis de Rystad Energy, el pronóstico de crecimiento para los proyectos de renovables, recientemente comisionados, ahora se eliminarán para 2020. Además, se reducirá un 10% adicional el próximo año.
El informe de Rystad Energy dibuja un escenario complicado para los objetivos previstos de crecimiento de energías renovables. Según el mismo, el COVID-19 va a afectar a los proyectos eólicos y solares para este 2020. Además, podrá suponer una reducción adicional del 10% en 2020, a medida que el dólar estadounidense suba y las monedas de los países bajen.
El informe explica que los movimientos del mercado cambiario pueden obligar a que las empresas paren la contratación de componentes clave, obtenidos generalmente en dólares.
Añaden que los proyectos más afectados pueden ser los de países como Australia, Brasil, México y Sudáfrica. Los proyectos en fase de adquisición podrían enfrentarse a aun aumentado de costes de capital del hasta el 36%. Nuevamente, la causa estaría en la depreciación de las respectivas monedas.
Proyectos de renovables, antes y después
El informe de Rystad Energy indica que las previsiones para las renovables eran de 140 gigavatios de solar y 75 gigavatios de eólica, adicionales. Eso suponía un aumento interanual del 15% y 6% respectivamente.
Pero estas previsiones se hicieron para este 2020 sin contar con la pandemia. De hecho, añaden que uno de los factores que ralentizará el crecimiento será por culpa de las restricciones de movilidad. En 2019, se encargaron unos 126 GW de energía solar y 71 GW de capacidad eólica.
Añaden que el efecto del virus se sentirá aún más a partir de 2021. Entonces, una inversión financiera reducida, por descenso de gastos de capital y fortalecimiento del dólar estadounidense, reducirá los proyectos comisionados en al menos 20 GW, o 10% en comparación con este año.
Al respecto, Gero Farruggio, gerente de producto de Rystad Energy para renovables, ha explicado:
«El impacto cambiario diezmará las perspectivas para 2021 para las instalaciones solares y las perspectivas para 2022 y más allá para las instalaciones eólicas, ya que los pedidos de nuevos equipos se detendrán en los países emergentes afectados por la moneda, lo que de otra forma explicaría gran parte de este crecimiento».
Imprevisible el impacto real del COVID-19
El informe explica que no se pueden conocer aún las consecuencias de la pandemia para los proyectos de renovables.
Inicialmente, pesaron en paradas de producción en masa y cuellos de botella para la cadena de suministros. Hay que recordar que la mayor parte de los componentes llegan de China. Eso hizo pensar en los problemas a que se enfrentaban los proyectos en construcción o en fase de adquisición.
Sin embargo, las previsiones no se cumplieron en ese aspecto. Los proveedores chinos volvieron rápidamente a activar la producción y, además, los precios se han mantenido estables.
A pesar de esto, las empresas se pueden enfrentar a otros problemas, como decíamos previamente. Las compañías obtienen componentes clave del proyecto en dólares estadounidenses a pesar de cosechar ingresos en moneda local. En consecuencia, los rendimientos proyectados de los desarrollos en adquisiciones están cayendo como consecuencia de los tipos de cambio desfavorables y el consiguiente aumento de precio de los equipos.
Afirman que la energía eólica está en mayor riesgo. El porcentaje de inversión de capital de desarrollo eólico adquirido en dólares estadounidenses es un 25% mayor que el de una energía solar fotovoltaica.
Mercados más afectados
Las previsiones del informe indican que los países más afectados serán los mercados emergentes de Asia, Medio Oriente, India y América Latina. En ellos se esperaba el mayor crecimiento solar.
China y los EE. UU. se verán menos afectados por las fluctuaciones cambiarias. Esperan que el número de instalaciones solares en estos países se mantenga bastante estable. A pesar de ello, también prevén una desaceleración y que los objetivos de aumento de la capacidad solar no se cumplan en China.
En Europa, se esperaba más de 20 GW de capacidad solar antes de la crisis. No obstante, las ganancias del euro sobre el dólar estadounidense desde principios de año se han perdido. Los problemas de cambio de divisas para proyectos en Europa son menos preocupantes, pero dependerán del comportamiento del euro. En Europa sí que se nota la influencia del estado de alarma y la falta de movilidad en los proyectos en construcción.
En cuanto a América Latina, México y Brasil tiene la mayor capacidad de proyectos fotovoltaicos en construcción. Pero ambos países están viviendo la caída de sus monedas frente al dólar. Se espera que las adquisiciones se detengan en su mayoría. Y que los proyectos comisionados para 2021 se ralenticen significativamente o se retrasen indefinidamente.
No se espera que las compras en la India se vean afectadas tanto como en otras regiones que enfrentan depreciación. No tienen los problemas de depreciación de otros países. Además, India es más autosuficiente en términos de producción de turbinas que de paneles solares fotovoltaicos. En consecuencia, las adiciones eólicas esperadas de la India creen que tienen más probabilidades de alcanzar los niveles previstos.
En cuanto a Australia, los pedidos de los desarrolladores parecen haberse enfriado. La energía solar prevista para su incorporación en 2020 continuará. Según el informe, el determinante del éxito será el proceso de conexión a la red.
El informe opina que los proyectos que buscan un cierre financiero se detendrán, especialmente los solares. Los proyectos eólicos, dados los plazos de entrega más largos esperan que tengan mejor viabilidad, para este año y el que viene.
FUENTES: Rystad Energy y World Energy Trade,
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela