Tecnología Extremeña del Litio
es la empresa que a que lidera el proyecto de la mina de litio de San José Valdeflórez. Acaba de presentar un recurso de alzada frente a la decisión de la Junta de Extremadura de denegar el permiso de investigación para el proyecto. La Junta alega la limitación de usos del terreno; la compañía, por su parte, indica que la política está detrás, ya que cumple con todos los requisitos legales.
El embrollo está servido. Con mayor motivo porque la empresa ha pedido también permisos para el yacimiento de Cañaveral, en Las Navas. Aún no están esos permisos, ni se han denegado, ni se han dado, pero de éstos sí depende una fábrica de baterías eléctricas.
Es evidente que las minas de litio son una oportunidad de futuro por los vehículos eléctricos y el almacenamiento energético. Sin embargo, en ocasiones, da la impresión de que hay mucha política por detrás de cualquier decisión. Nosotros no juzgamos si está bien o no la denegación del permiso. Quizás parece más bien que hay intereses contrapuestos en todas partes y, en gran medida, por cuestiones políticas.
Lo que sí tenemos claro es que es necesario avanzar hacia la descarbonización. Y que el almacenamiento de energía es muy importante, como es imprescindible el desarrollo de vehículos eléctricos. Por lo menos, hasta que exista una tecnología mejor.
El ejemplo alemán
Hace poco, leíamos la satisfacción que había en Sajonia porque habían encontrado una mina de litio. De hecho, el dueño de la finca, expresaba su conocimiento sobre la propiedad estatal del subsuelo. Aún así, estaba encantado de que hubiera litio en su tierra para cubrir las necesidades de un número determinado de baterías para vehículos eléctricos. Además, explicaba que Alemania iba a seguir dependiendo de las importaciones de litio, pero que la mina descubierta podía aliviar la presión.
Incluso, esgrimía lo positivo que podía resultar para los que habitan en Zinnwald, 50 km al sur de Dresde. El proyecto sigue adelante.
La mina de litio en España
En el caso de España, todo se convierte en una cuestión política y de posibles votos. La movilidad eléctrica es un objetivo prioritario, lo de extraer el litio, no parece. Eso a pesar de que exista el riego de que la ansiada fábrica de baterías extremeña no llegue a buen término.
Además, las críticas llegan por muchos lados. A veces parecen tener sentido, pero otras, no tanto. Suponemos que nadie espera que Cáceres tenga litio suficiente para producir anualmente millones de baterías. Sin embargo, hay quien esgrime ese argumento para rechazar los proyectos y, además, sin que se haya llegado a permitir la investigación inicial.
En esa línea, nos remitimos a las informaciones alemanas nuevamente. Según Doris Schüler, del Instituto de Ecología Aplicada, una organización sin fines de lucro de Friburgo:
«La explotación de yacimientos dentro de la Unión Europea, particularmente de litio, níquel y cobalto, debe recibir apoyo».
El permiso de investigación
La Junta de Extremadura ha denegado el permiso de investigación del proyecto San José Valdeflórez. En consecuencia, Tecnología Extremeña del Litio, empresa que lidera el proyecto, ha presentado un recurso de alzada.
David Valls, responsable del proyecto, explicaba en nota de prensa que estas decisiones producen inseguridad jurídica e incertidumbre en los mercados. Y:
“La inversión privada y pública necesita garantías de que las administraciones velan por el estricto cumplimiento de las regulaciones”.
Con respecto al recurso presentado, la compañía indica que la documentación del proyecto cumple con todos los requisitos legales necesarios para el otorgamiento. Por tanto, indican, su denegación no se basa en motivos jurídicos. Además, añaden, este mismo permiso ya fue aprobado con anterioridad, a iguales circunstancias, en una resolución del 29 de abril de 2016.
Por su parte, la Junta ha denegado el permiso esgrimiendo que va en contra de la normativa urbanística de Cáceres. En su Plan General Municipal, prohíbe la actividad solicitada en suelo no urbanizable.
La empresa del proyecto de San José Valdeflórez alega que las actuaciones planteadas para la investigación no constituyen extracción o explotación de materias primas. De ahí que el estudio del subsuelo vaya en contra del Plan Municipal.
Valls afirma en la nota de prensa:
“Cuando las decisiones económicas dejan de regirse por criterios técnicos y legales y pasan a guiarse por la oportunidad política, se pone en peligro la seguridad jurídica y la fiabilidad administrativa, y se entra en un juego de conveniencias personalistas que puede acabar malogrando cualquier oportunidad seria de progreso”.
El embrollo está servido. Esperemos que las concesiones de permisos, para San José Valdeflórez, como para la mina de litio de Cañaveral, se aprueben o denieguen, correspondan a criterios reales y legales.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela