El proyecto ISOBIO tiene una duración de cuatro años y está enmarcado en el contexto del programa europeo Horizon2020, cuyo objetivo es desarrollar materiales de aislamiento de altas prestaciones a partir de la combinación de agregados de materiales naturales, como fibras vegetales y residuos agrícolas o aglomerantes biológicos.
La meta de ISOBIO, que empezó en 2015, es procurar reducir los actuales porcentajes de emisiones que se derivan del parque inmobiliario y del sector de la construcción: en la Unión Europea, se calcula que el 40% del consumo total de energía y el 36% de las emisiones totales de CO2 están relacionados con el sector y el uso de las edificaciones existentes; de esas emisiones, el 60% provienen solamente de la climatización de los edificios.
Se impone, pues, la descarbonización de la construcción. Para ello, el consorcio de ISOBIO, plantea: reducción de la energía y el CO2 embebido a nivel de producto de la construcción; mejora de las prestaciones aislantes de los aislamientos desarrollados y reducción de costes de producción.
Según explican Bega Clavero y Oliver Style, de la ingienería Progetic, especializada en edificios de bajo consumo energético y consultoría energética y parte del consorcio, el proyecto ISOBIO trabaja con nuevos materiales de baja energía embebida para producir productos de alta durabilidad, aptos para la producción a gran escala y para su uso en la construcción general.
Reducción de la demanda de energía
«El uso de materiales naturales y residuos implica una reducción en la energía embebida del producto resultante y, a su vez, permite considerar los edificios donde se instalen estos productos como depósitos de CO2 secuestrado, debido al proceso de fotosíntesis«, señalan en un artículo enviado a nuestro redacción.
Otro aspecto muy a tener en cuenta sobre los materiales de origen biológico, son las propiedades higrotérmicas que poseen de manera natural: «potenciándolas mediante la investigación en el proyecto, permitirán reducir los picos de humedad relativa interior y, por tanto, mejorar la calidad del aire interior y reducir las demandas de refrigeración«, detallan desde Progetic.
Tal y como explican Bega Clavero y Oliver Style desde el inicio del proyecto y durante todo el proceso se realiza el análisis de ciclo de vida y de costes, desde el material base hasta los productos aislantes y de revoco resultantes del proyecto.
El proyecto ISOBIO
Asimismo, señalan que «el proyecto tiene una fase de ensayos, en el que se testearán prototipos en diversos climas y se realizarán simulaciones dinámicas con software especializado como DesignBuilder-EnergyPlus y WUFI Pro para comprobar y optimizar las propiedades térmicas e higrotérmicas«.
Según Progetic, el principal objetivo de ISOBIO es normalizar el uso de materiales naturales y hacerlos tan comunes como los que se derivan minerales o del petróleo. En su opinión, «los aislamientos resultantes de ISOBIO se presentan como una alternativa real a los tradicionales ofreciendo, además, el valor añadido de regulación del ambiente interior y propiedades de absorción de contaminantes del aire«. Por ejemplo, los revocos, ofrecerán propiedades de control de vapor superiores a los que hay en el mercado, aseguran.
Además de todo ello, Clavero y Style llaman la atención sobre el hecho de que «el potencial de los productos de ISOBIO para dar uso a desechos de la industria agrícola, implica una mejora en el rendimiento de los cultivos añadiendo valor a materiales que de otro modo tendrían muy bajo valor económico o serían simplemente desperdicios«.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.