La vicepresidenta, Teresa Ribera, ha dicho que un gaseoducto por Cataluña hasta la frontera de Francia podría estar operativo en ocho meses. Así lo ha afirmado en una entrevista a TVE valorando la propuesta la propuesta que ha lanzado el canciller de Alemania, el socialista Olaf Scholz. De esta forma, la UE podría sustituir el suministro europeo de gas desde Rusia por otro desde Argelia. De la conexión sólo falta llegar hasta la frontera.
Ribera ha añadido que Francia tendría que hacer su propia conexión en su territorio para conectar el suministro de gas con el resto del continente.
Asimismo, la vicepresidenta ha confiado en que la situación actual desbloquee la oposición de Francia, durante décadas, a esta conexión. En esa línea, lamentó que en el resto de Europa existiera «una especie de esqueleto central de gaseoductos», pero que la península Ibérica estuviera aislada.
Además, considera que el proyecto debería ser europeo y con financiación de la UE.
El gaseoducto y otras soluciones
La vicepresidenta explicó que la guerra de Rusia ha forzado conversaciones «en solitario» aunque «de alto nivel» entre Madrid y París para estudiar la ejecución del gaseoducto. Y aprovechó para emplazar a Alemania a sumarse a las conversaciones y allanar la conexión.
Sobre el proyecto, dijo que debería proyectarse a largo plazo para que el canal gasístico tuviera una «vida útil de 30-40 años«. Asimismo, que permitiera en un futuro transportar otras energías por el “mayor peso” que va a tener el hidrógeno en «el horizonte de 2040«.
Igualmente, Ribera apuntó otras dos soluciones para mitigar el problema actual:
- Una mejora de la infraestructura existente a través del País Vasco para instalar «un compresor adicional«. Así se podría aumentar entre un 20% y un 30% el envío de gas por esta vía hasta Francia. Con respecto a esta solución, reconoció que no acaba con el problema pero sí permitiría aliviarlo en parte.
- Fortalecer el «puente marítimo» para que las infraestructuras existentes puedan recibir más barcos metaneros que transportan gas licuado hasta España. Y desde España llevar esta energía a otros lugares de Europa, como dijo que ya ocurre con el puerto italiano de Liborno. En particular, confió en que «desde diciembre» sea posible «aprovechar» mejor los «recursos que tenemos en Gijón» para elevar el envío de gas por barco al resto del continente. El Ejecutivo ha apostado por esta opción en los últimos meses.
Alemania se posiciona
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho recientemente que impulsará la construcción de un gasoducto que aumente el suministro desde España y Portugal hasta Centroeuropa. El momento es crucial, porque Europa busca más que nunca fuentes de energía con las que contrarrestar la dependencia de Rusia.
Scholz ha explicado que, si se hubiesen reforzado antes las conexiones con la Península Ibérica, actualmente «habría podido contribuir masivamente para aliviar y aligerar la situación» del suministro de gas, que Alemania ha estado recibiendo los últimos años del Kremlin.
FUENTE: El Economista.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela