Statkraft ha conseguido una ayuda del Gobierno de 2,5 millones de euros para la planta fotovoltaica Talayuela I, en Cáceres. Es este el primer proyecto de almacenamiento energético que desarrolla en España y estará operativo en 2025
Statkraft, productor renovable de Europa y referente en el mercado de PPAs, ha logrado una ayuda de alrededor de 2,5 millones de euros para el desarrollo, instalación y puesta en marcha de un proyecto innovador de almacenamiento energético en su planta fotovoltaica Talayuela II, ubicada en el municipio del mismo nombre en la provincia de Cáceres.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha seleccionado el proyecto de Statkraft en su primera convocatoria de ayudas para proyectos innovadores de almacenamiento energético hibridado con instalaciones de generación de energía renovable.
Este proyecto, que consiste en el desarrollo y puesta en marcha de un sistema de almacenamiento energético con baterías de 21,6 MW de potencia instalada y una capacidad de descarga de 2 horas, permitirá gestionar la energía de la planta con mayor eficiencia y fomentará la seguridad y garantía de suministro.
El primer proyecto de almacenamiento energético de Statkraft en España
El de Cáceres es el primer proyecto de almacenamiento energético que desarrolla la empresa en España y consiste en el desarrollo e instalación de baterías de ion de litio que tendrán una potencia nominal de 21,6 MW y una capacidad de descarga de 2 horas, estimando un 40% de la potencia de la planta solar fotovoltaica Talayuela II, en la que se hibrida este sistema.
De esta forma, la planta, que tiene una potencia instalada de 55 MW pico, logrará gestionar la energía en picos de producción cuando la red esté saturada, mejorando su eficiencia lo que, a su vez, fomentará la seguridad y garantía de suministro al incorporar flexibilidad al sistema eléctrico.
Los sistemas de almacenamiento como este permiten almacenar energía que será suministrada cuando la energía renovable no produce lo suficiente para cubrir la demanda, garantizando así la estabilidad de suministro y contribuyendo a paliar volatilidad de precios del mercado eléctrico.
La ayuda otorgada por el IDAE supone cubrir un 17% de los costes subvencionables del proyecto y estima que se deberá lograr el hito de la autorización administrativa previa en el último trimestre de 2024. El proyecto, que estará operativo a mediados de 2025, lleva asociada una inversión total de 14,5 millones de euros.
“La concesión de esta ayuda supone un hito para la empresa en España y ratifica la acertada estrategia que seguimos para acelerar la transición energética en nuestro país», ha dicho el director general de Statkraft en España y Portugal, José Miguel Ferrer. «Estamos convencidos de que las renovables son la solución para hacer frente a la crisis climática y a la volatilidad de los precios de la energía, pero este despliegue debe ir acompañado de soluciones de almacenamiento que garanticen la seguridad de suministro y la viabilidad económica de las instalaciones renovables”, añade.
Almacenamiento energético
Statkraft, convencida de que el almacenamiento de energía es una de las tecnologías claves para lograr un mix energético 100% renovable, desarrolla innovadores proyectos de instalación de baterías en los países donde está presente, además de los sistemas asociados a sus centrales hidroeléctricas de bombeo en los países nórdicos.
En Irlanda, la empresa desarrolla tres proyectos de almacenamiento con baterías. Cabe destacar el que construye en el Condado de Offaly, que será el primer sistema de almacenamiento de 4 horas. Se encuentra junto al parque eólico Cushaling, de 55,8 MW de potencia instalada y actualmente en construcción, y está diseñado para suministrar 20 MW durante un máximo de cuatro horas.
Recientemente, la empresa ha anunciado su alianza con la start-up tecnológica neerlandesa Aquabattery para desarrollar baterías de flujo fabricadas con agua salada. Gracias a esta tecnología, la energía puede almacenarse con sal de mesa y agua y cuenta con una duración superior a seis horas. La batería se carga con electricidad solar y eólica, convirtiendo la sal en dos soluciones químicas seguras (electrolitos) que pueden volver a convertirse en agua salada cuando vuelva a necesitarse energía verde.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.