Para abordar el creciente problema de los residuos plásticos, la Comisión Europea adoptó la estrategia para el plástico en 2018, que consistía, entre otras cosas, en la actualización de la Directiva relativa a los envases y residuos de envases de 1994 y en la duplicación del actual objetivo de reciclado al 50 % para 2025 y al 55 % para 2030.
Alcanzar estos objetivos constituiría un avance significativo en la consecución de las metas de la economía circular de la UE. Pero nadie contaba con la llegada de una pandemia mundial que obligaría a aumentar el empleo de envases de plástico y, con esto, dificultara la consecuención de las metas de reciclaje.
Mejorar el diseño para facilitar el reciclaje de los residuos plásticos
En los últimos años, la UE ha tratado de subsanar las insuficiencias de su marco para la gestión de los residuos de envases de plástico.
Entre las medidas anunciadas para tratar de mejorar las tasas de reciclaje, la Comisión prevé revisar las normas relativas al diseño de los envases (requisitos esenciales), que actualmente no considera aplicables en la práctica. Según los auditores, de este modo se podría mejorar el diseño de los envases para su reciclabilidad e incentivar la reutilización.
Asimismo, la nueva normativa europea prevé armonizar y reforzar los regímenes de responsabilidad ampliada del productor con el objetivo de fomentar la reciclabilidad (mediante sistemas de modulación de tasas o de depósito, devolución y retorno) y no solo la utilización de envases más livianos, como hacen la mayoría de ellos.
Situación presente y objetivos futuros
Solo los envases de plástico (como vasos de yogur o botellas de agua) suponen aproximadamente el 40 % del uso de plástico y más del 60 % de los residuos plásticos generados en la UE. Se trata asimismo del tipo de envase con la tasa de reciclado más baja de la UE (ligeramente superior al 40%).
Estos datos hacen que los objetivos fijados por el gobierno europeo (reciclado al 50% para 2025 y al 55% para 2030) se tornen difíciles de alcanzar.
«Para lograr estos nuevos objetivos de reciclado de los envases de plástico, la UE debe revertir la situación actual, en la que se incinera más de lo que se recicla; esto representa un enorme desafío», afirma Samo Jereb, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del análisis.
«Con la vuelta al uso cotidiano de productos desechables como consecuencia de la situación sanitaria, la pandemia de COVID-19 ha vuelto a situar los plásticos en el centro de nuestras economías pese a que constituyen una amenaza cada vez mayor para el medio ambiente», continúa Jereb.
El reto de incrementar la capacidad de reciclado en la UE es aún mayor si se tiene en cuenta el nuevo Convenio de Basilea, de próxima aplicación, que establece condiciones más estrictas para el traslado de residuos plásticos al extranjero.
Los Estados miembros dependen en gran medida de países terceros para gestionar sus residuos de envases de plástico y cumplir sus objetivos de reciclado. Casi una tercera parte de la tasa declarada de reciclado de estos envases se logra mediante el traslado a países terceros para el reciclado. No obstante, a partir de enero de 2021 se prohibirá la mayoría de traslados de residuos, lo cual, unido a la falta de capacidad para tratar los residuos dentro de la UE, representa, en opinión de los auditores, otra amenaza para el logro de los nuevos objetivos.
La ambición de la UE por mejorar su reciclado de envases de plástico refleja la magnitud del reto medioambiental que representan estos materiales. Con su nuevo enfoque, la UE puede contar con una ventaja como pionera en este ámbito y reforzar su posición como líder mundial en el reciclado de envases de plástico. Sin embargo, dados los retos y las lagunas a los que se enfrentan, existe el riesgo de que los Estados miembros de la UE no cumplan los nuevos objetivos. Los auditores instan a la adopción de medidas significativas y concertadas para que la UE pueda casi duplicar la cantidad de residuos de envases de plástico que recicla de aquí a 2030.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.