Antonio Brufau, presidente de Repsol ha sido crítico con las eléctricas tradicionales ante la Junta General de Accionistas. Además, ha sido contundente con respecto al compromiso de la compañía con el cambio climático. Y ha pedido más neutralidad tecnológica.
Repsol ha celebrado su Junta General de Accionistas. Su presidente, Antonio Brufau, ha defendido que la transición energética en España sea “ordenada y posibilista”. Y ha advertido, que, de lo contrario, “se corre el riesgo de destruir una parte esencial del valor de nuestro país”.
La Junta General de Accionistas ha acordado a reelección como Consejeros de Antonio Brufau, Josu Jon Imaz, José Manuel Loureda y John Robinson West. Asimismo, la ratificación y reelección de Henri Philippe Reichstul, todos ellos por un período de cuatro años.
El presidente de Repsol ha defendido ante los accionistas el compromiso de la compañía en la lucha contra el cambio climático. Asimismo, ha reivindicado el papel de la industria en la creación y mantenimiento de las economías desarrolladas. Al respecto, ha dicho:
“La industria genera trabajos de gran valor añadido y salarios dignos, crecimiento, investigación y futuro”.
Críticas contra las eléctricas del Presidente de Repsol
El presidente de Repsol ha lanzado críticas contras las eléctricas tradicionales. Durante su intervención, ha asegurado:
«El cambio climático es un problema global, y hay que dar solución a los principales focos de emisiones».
En ese sentido, ha explicado que la generación eléctrica es responsable del 42% de las emisiones de CO2, según datos de 2017. Eso frente al 19% del transporte, el 18% de la industria, y el 9% de los edificios.
También ha hecho referencia a China, el país líder en emisiones, con el 28% de las de todo el mundo. Ha dicho que el 50% de sus emisiones son debidas al uso del carbón para la generación de energía eléctrica. Ha afirmado con respecto al objetivo de no más de dos grados en la temperatura del planeta:
«No es posible alcanzar el escenario de los dos grados sin la descarbonización de la generación eléctrica, especialmente en países emergentes».
Neutralidad tecnológica
Antonio Brufau ha abogado por la neutralidad tecnológica para afrontar el proceso de transición energética. Así, se podrá seguir generando valor a través de la industria y avanzar en la creación de riqueza y empleo. En esa línea, ha indicado:
“Abandonar el concepto de neutralidad tecnológica, apostando sólo por unas pocas tecnologías, implica destruir tejido industrial, merma la investigación que permite mejorar y, sin lugar a dudas, reduce la posibilidad de un mundo mejor a medio y largo plazo”.
Según el presidente de Repsol, no es cierto que haya neutralidad tecnológica. La prueba es que se apuesta por unas tecnologías y se desprecian otras. Brufau ha dicho que todas las tecnologías van a ser necesarias para que se queden en dos grados la temperatura y para que el planeta siga creciendo. Y, además, hay que hacer sistemas más eficientes.
También ha pedido que se escuche a los que saben y que se consigan menos emisiones con eficiencia energética. A su juicio, en este momento es cuando más se necesita un Pacto de Estado.
Libre competencia
El presidente ha explicado que la libre competencia es básica para el desarrollo de sociedades competitivas. Evita cargas impositivas ineficientes y subsidios ineficaces. En relación a este tema, ha afirmado:
“Si no contemplamos la sociedad en su conjunto, mañana y dentro de muchos años se pueden producir efectos que sólo perjudicarán a los menos favorecidos”.
Compañía multienergía
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha repasado los logros de la compañía durante el pasado ejercicio. Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.341 millones de euros, el mayor resultado de los últimos ocho años. Eso fue posible por la solidez de los negocios y la fortaleza del modelo integrado.
Asimismo, ha resaltado el crecimiento experimentado por la compañía como proveedor multienergía gracias a su flexibilidad y capacidad de adaptación. Y ha recordado en junio del año pasado, tras haber conseguido los objetivos del plan estratégico con dos años de antelación, Repsol actualizó su plan estratégico hasta 2020, basándolo en:
- Remunerar de manera creciente al accionista
- Crecer de forma rentable en Upstream (Exploración y Producción) y Downstream (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, GLP, Trading y Gas, y Repsol Electricidad y Gas)
- Desarrollar nuevos negocios vinculados a la transición energética
- Solidez financiera.
Iniciativas 2018
Josu Jon Imaz ha resaltado el crecimiento experimentado por la compañía como proveedor multienergía. Así, y con respecto a 2018, ha señalado se debe, entre otras iniciativas, al lanzamiento de Repsol Electricidad y Gas -que ya cuenta con 870.000 clientes en nuestro país-:
“Repsol ha dado un importante paso en su compromiso de ser un jugador clave en la transición energética”.
Repsol reforzó su posición de operador multienergía al comprar los activos no regulados de Viesgo y su comercializadora. Eso aportó una capacidad total instalada de 2.952 MW. El consejero delegado también hizo referencia a otras iniciativas, como la adquisición del proyecto fotovoltaico Valdesolar.
Estas incorporaciones permitirán a Repsol alcanzar más del 70% de su objetivo estratégico de capacidad de generación baja en emisiones. Ese objetivo está fijado para 2025 en 4.500 MW.
Igualmente, hizo referencia a la evolución de los negocios tradicionales. En esa línea, puso como ejemplo la expansión llevada a cabo en México, con la apertura de 180 estaciones de servicio. También, el lanzamiento, junto a Kia, del servicio de carsharing Wible, y la mejora del portafolio de activos en Upstream.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela