Las últimas encuestas indican que el 81% de la ciudadanía piensa que España no hace lo suficiente para luchar contra el cambio climático. Es este un problema que, según datos de AEMET, afecta ya a más de 32 millones de personas en nuestro país. Los principales grupos ecologistas piden políticas valientes, pero ¿lo son las políticas contra el cambio climático que han planteado los principales grupos en sus programas para las elecciones?
Celebradas las elecciones del 10 de noviembre (10N) a los partidos políticos se les plantea una lista de tareas. La primera es ponerse de acuerdo para formar gobierno y una vez creado el equipo que gobernará afrontar los problemas más urgentes.
Aunque no todo el mundo lo ve igual, cada vez son más las voces que se alzan pidiendo que el cambio climático ocupe las primeras filas en el inventario de preocupaciones de los políticos. Pero como un problema real que hay que afrontar de manera seria y a largo plazo y no solo para quedar bien en la Cumbre del Clima 2019 que se celebrará en Madrid la primera semana de diciembre.
La pregunta es: ¿tienen los políticos ese mismo sentir? ¿Es la lucha contra el cambio climático una prioridad en sus agendas?
Qué políticas contra el cambio climático proponen los partidos
En general, los programas electorales de los principales partidos para los comicios del 10N han sido un calco de los presentados para las elecciones del 20 de abril (28A). En ambos casos, por tanto, la sensación es la misma: las políticas medioambientales no son prioritarias para ninguna de las formaciones políticas.
«PSOE y Podemos son los que mejor nota obtienen, aunque necesitan un mayor grado de ambición y concreción para abordar la lucha contra el cambio climático; PP y Vox son los partidos que mayor número de suspensos recogen en medioambiente y defensa de derechos y libertades, mientras que Ciudadanos es el partido más opaco y es el que más incertidumbres deja en su programa» es la lectura que hace Greenpeace de las diferentes propuestas.
Un rápido repaso a las promesas electorales de las principales formaciones:
- PSOE. Incluye medidas relacionadas con el fortalecimiento de derechos y libertades públicas, el autoconsumo y para abordar la pérdida de biodiversidad y la gestión de los recursos naturales. Sus objetivos en relación a la reducción de emisiones o la fiscalidad verde son de los más ambiciosos.
- PP. En contra de lo que proponen los socialistas, están a favor de eliminar las tasas fiscales a los vehículos diésel. Son partidarios de un Pacto Nacional por el Agua que garantice los trasvases y muestran un escaso compromiso con la transición energética.
- Unidas Podemos. Tiene el único programa que hace alusión al cierre de las centrales nucleares antes de 2025, pero con una condición algo complicada: creación de dos empleos por cada uno que se pierda.
- Ciudadanos. Entre sus propuestas, la prohibición de plásticos de un solo uso y la financiación de transporte público.
- VOX. Acepta la descarbonización del sistema económico y aporta medidas para garantizar el acceso a los recursos básicos como la energía que los ecologistas tildan de «dudoso alcance».
Lo que piden los ecologistas
En las elecciones de abril, Greenpeace lanzó una propuesta, recogida en el documento 69 medidas para proteger la vida y el planeta elaborado por Greenpeace, se centraban en el fortalecimiento de los derechos fundamentales y libertades públicas; la lucha contra el cambio climático y la oportunidad que ofrece la transición justa ecológica de la economía; la protección y conservación de la biodiversidad, la gestión de recursos naturales, el consumo sostenible, la gestión de residuos y la movilidad.
«Nuestras peticiones siguen vigentes en el nuevo período electoral», dijo la asociación ecologistas solo unos días antes de los comicios del 10 de noviembre.
Ahora su esfuerzo se centra en recordar al que Gobierno que se forme de la necesidad de afrontar el cambio climático como un problema de primera fila. «Es necesario que nuestra clase política actúe de manera responsable, evite los bloqueos y empiece a trabajar para garantizar los derechos de las personas y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa que ponga la crisis ambiental y climática en el centro de sus políticas», aseguran.
Amigos de la Tierra comparte la creencia de que el nuevo Gobierno debe impulsar «políticas valientes». «A menos de un mes para que comience la cumbre por el clima (COP25) en Madrid, plantar cara a la crisis climática debería ser la prioridad de todos los partidos, sin embargo, una vez más no están a la altura de las circunstancias», aseguran.
Esta asociación lanza un decálogo de medidas urgentes y transversales, que implican a distintos ámbitos económicos y de la administracion, indispensables para luchar frente al cambio climático, fomentar el residuo cero y la economía circular, proteger los ecosistemas a través de prácticas agroecológicas y en definitiva avanzar hacia la transición ecológica. Las reproducimos:
- Energía Comunitaria hacia un futuro 100% renovable
Para alcanzar un horizonte 100% renovable a finales de la próxima década es imprescindible incorporar la energía ciudadana al sistema energético. Para este fin es necesaria la trasposición íntegra del Paquete europeo de Energía Limpia a la normativa española, aclarar el régimen retributivo de los excedentes de autoconsumo, y aprobar el esperado Real Decreto de Acceso y Conexión. - La Justicia Climática en el centro de las medidas por el clima
Tanto el Plan Integrado de Clima y Energía como la futura Ley de Cambio Climático tienen que incorporar objetivos anuales de reducción de emisiones para lograr un futuro sin combustibles fósiles en 2040. Exigimos medidas efectivas vinculantes, una mayor partida presupuestaria para hacer frente a la mitigación y la adaptación, siguiendo los principios de la justicia climática, y una mayor coordinación entre Ministerios y administraciones. - Avanzar hacia el Residuo Cero
La reducción de residuos en origen es clave para lograr una sociedad basada en el residuo cero. Para este fin la reducción y la reutilización, y por último el reciclaje, son las principales medidas a adoptar en el modelo actual. A su vez es necesario prohibir la incineración y limitar el vertido, y establecer la recogida separada como el sistema “puerta a puerta”. Estas medidas deberán adoptarse en la transposición de la directiva de plásticos. - Limitar la extracción de recursos naturales
Son necesarias medidas que modifiquen el actual modelo productivo y comercial para limitar el expolio de recursos naturales. En este sentido es fundamental la fabricación de productos duraderos susceptibles de ser reparados y reutilizados, la prohibición de la obsolescencia programada y percibida, así como alargar las garantías de los productos. - La agroecología en el centro de la alimentación
El sistema alimentario actual es insostenible para la salud y el medio ambiente. Es necesario reducir la huella ecológica de la producción, distribución y consumo, apostando por proyectos agroecológicos, locales y a pequeña escala, que permitan un modo de vida digno y garanticen el acceso a alimentos sanos a través de las políticas agrarias. En este sentido implementar un Plan de Compra Pública Ecológica puede ser uno de los primeros pasos. - Menos carne, mejor carne
La producción y consumo de carne son determinantes en el modelo actual de alimentación, con una gran contribución a la crisis climática. Poner en marcha el Plan Estratégico Nacional de la Política Agraria Común (PAC) cuyos ejes sean las personas y el planeta. Para ello se deben emprender medidas de reducción de la cabaña ganadera, priorizando la ganadería extensiva frente a la industrial dominante. - Garantizar la justicia para la ciudadanía del Sur Global
El gobierno debe comprometerse con el establecimiento de normas vinculantes que obliguen a todas las empresas a respetar los derechos humanos en todas sus actividades aquí y en los países del Sur; apoyar el tratado vinculante en Naciones Unidas y aprobando una ley de «debida diligencia» a nivel estatal. En este caso es imprescindible implantar medidas transversales que garanticen la justicia social y ambiental. - Las personas por encima de las multinacionales
El sistema económico actual no respeta los derechos humanos ni los límites planetarios. El gobierno debe salir de los tratados de comercio, como la Carta de la Energía, y establecer una moratoria a nuevos tratados, así como negarse a firmar ningún acuerdo que permita los tribunales privados de inversión (ISDS), herramientas en contra del interés general. - Sin Justicia de Género no habrá Justicia social ni ambiental
Las mujeres, debido en su mayor parte a los roles de género establecidos, son las que padecen los mayores impactos en las crisis sociales y ambientales. La actual crisis climática y ambiental se ceba especialmente en aquellas que sufren múltiples discriminaciones (pobreza económica, migrantes, racializadas, etc.). Es por tanto urgente elaborar medidas que fomenten la equidad entre géneros a todos los niveles, así como redistribuir los trabajos de cuidados. - Impuestos verdes para una transición ecológica justa
Para completar las propuestas mencionadas es necesario aplicar medidas fiscales que incentiven cambios de comportamiento. Dado el aumento de la desigualdad en la distribución de la riqueza en la población, es fundamental establecer estas medidas que garanticen la reducción de esta brecha y que exijan que los agentes económicos con mayor huella ecológica sean los principales contribuyentes.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.