El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha lanzado un nuevo informe sobre la Brecha de Emisiones. Según el mismo, con los compromisos climáticos actuales, el mundo se dirige a un aumento de temperatura de 3,2 °C a fines de siglo. En consecuencia, las políticas actuales deben cambiar y los compromisos de reducción de emisiones deben quintuplicarse.El informe es contundente
. Aun consiguiendo llevar a cabo los compromisos del Acuerdo de París, las temperaturas se elevarían a 3,2 °. Eso provocaría “impactos climáticos destructivos y de amplio alcance”.
Por tanto, las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse 7,6% cada año entre 2020 y 2030. Será la única manera de que el mundo logre frenar el calentamiento global en 1,5 °C.
El informe será una de las bases de debate de la próxima cumbre mundial del clima, COP25, que se va a celebrar en Madrid. Para el 2020, en la COP26 de Glasgow (UK), se espera que las naciones fortalezcan la ambición de sus compromisos climáticos.
António Guterres, Secretario General de la ONU, ha afirmado:
«En los últimos diez años el Informe sobre la Brecha de Emisiones ha hecho sonar las alarmas. Y en esos diez años el mundo sólo ha aumentado sus emisiones.
Nunca ha habido un momento más importante para escuchar a la ciencia. Si no prestamos atención a estas advertencias y no tomamos medidas drásticas para revertir las emisiones, continuaremos presenciando olas de calor, tormentas y contaminación mortales y catastróficas».
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) ya advirtió sobre las consecuencias de elevar la temperatura más de 1,5 °C a fines de siglo. Tendríamos que sufrir una mayor frecuencia e intensidad de los impactos del cambio climático.
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Cambiar las políticas actuales
Las perspectivas, desde luego, no son muy halagüeñas. Y quizás estemos a tiempo, pero es necesario el compromiso para cambiar las políticas actuales. Así de claro lo ha dejado Inger Andersen, directora ejecutiva de UNEP:
«Nuestro fracaso colectivo para actuar a tiempo y de forma contundente contra el cambio climático significa que ahora debemos realizar reducciones más drásticas de las emisiones: más de 7% cada año durante la próxima década.
Esto muestra que los países simplemente no pueden esperar hasta finales de 2020, cuando entren en vigor los nuevos compromisos climáticos, para intensificar la acción. Los gobiernos nacionales y cada ciudad, región, empresa e individuo deben actuar ahora.
Durante 2020 necesitamos, primero, medidas efectivas para reducir las emisiones lo más posible. Luego, debemos fortalecer las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) para impulsar las transformaciones necesarias en nuestras economías y sociedades, y recuperar el tiempo perdido. Si no hacemos esto, la meta de 1,5° C estará fuera de nuestro alcance antes de 2030″.
El G20 y los compromisos para reducir emisiones
Según el informe, sólo 5 países del G20 se han comprometido con un objetivo cero emisiones a largo plazo. Y eso a pesar de que los países del G20 son responsables del 78% de las emisiones.
Añade que, a corto plazo, los países desarrollados tendrán que reducir las emisiones más rápido que los que están en vías de desarrollo. Es una cuestión de equidad. Pero también afirma que todos los países deben implicarse más por una cuestión de “bien colectivo”. Así, la incorporación rápida de tecnologías limpias ayudará a esos países a alcanzar el objetivo.
Muy importante, en esa línea, es que todas las naciones aumenten la ambición de los NDC (contribuciones determinadas a nivel nacional) para 2020. Asimismo, dar seguimiento a las políticas y estrategias para implementarlas. El informe afirma que hay soluciones disponibles para cumplir los objetivos de París. Sin embargo, ni la velocidad, ni la escala de su implementación son suficientes.
Disparidad entre emisiones y el objetivo de 1, 5 °C
Anualmente, el informe evalúa la disparidad entre las emisiones previstas para 2030 según los compromisos actuales y los niveles consistentes con los objetivos de 1,5 °C y 2 °C, establecidos en el Acuerdo de París.
El presente documento señala que las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado 1,5% anual durante la última década. En 2018, alcanzaron un récord de 55,3 gigatoneladas de CO2 equivalente -incluyendo los cambios en el uso del suelo, como la deforestación-.
Limitar la temperatura a 2 °C requiere llegar a 15 gigatoneladas menos de CO2 equivalente. Para limitarla a 1,5°C exige llegar a 32 gigatoneladas de CO2. equivalente.
Para cumplir el objetivo de 1,5 °C, serían necesarios recortes de emisiones de un 7,6% anual entre 2020 y 2030; de un 2,7% anual para el objetivo de 2 °C.
Una esperanza alentadora
El informe añade que aún es posible limitar el cambio climático a 1,5 °C. Y añade que hay numerosas soluciones para conseguirlo. También destaca los muchos esfuerzos ambiciosos de gobiernos, ciudades, empresas e inversores. Incluso, la mayor comprensión sobre los beneficios adicionales de la acción climática, como el aire limpio y el impulso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela