El informe ‘Sostenibilidad ambiental de la planificación del sector eléctrico 2015-2020’, del Ministerio de Industria, señala que en el caso de la energía nuclear “se mantiene la potencia actual, considerando la puesta en servicio de nuevo de la central de Garoña en 2016”. Sin embargo asaltan las dudas ante el agitado calendario electoral y los plazos para ponerla en marcha.
“El ministro Soria no tiene margen de maniobra ni tiempo suficiente para que la central nuclear de Garoña se pueda poner en marcha antes de las elecciones”, sentencia Carlos Bravo, experto en energía nuclear y ex responsable de esta campaña en Greenpeace, “además el ministro está prejuzgando antes de que el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) publique su informe de situación de la central y antes de que se acometa una inversión de más de 100 millones de euros por parte de la empresa Nuclenor, participada por Iberdrola y Endesa, para llevar a cabo una serie de mejoras en la instalación”.
La central más antigua de España
El 22 de septiembre de 1971 se puso en marcha la segunda central nuclear de España, la de Santa María de Garoña, en Burgos. El permiso de explotación de esta central nuclear terminaba en julio de 2009, pero cuando llegó el momento de parar sus máquinas, el gobierno de Zapatero decidió prorrogar su cierre cuatro años más, por lo que, aunque cesó su actividad a finales de 2012, cerró definitivamente en julio de 2013.
Sin embargo, durante el gobierno de Rajoy, se han aplicado varias reformas legales diseñadas para que este cierre no se considerara como tal y que la empresa propietaria de la planta pudiera reabrirla y obtener permiso para mantenerla operativa hasta 2031, si así lo quisiera.
“Pero con lo que no se contaba era con las consecuencias que iba a provocar el grave accidente de la central nuclear de Fukushima en 2011”, explica Carlos Bravo a EnergyNews, “las políticas energéticas en materia de seguridad nuclear en todo el mundo y especialmente en la Unión Europea se han vuelto muy estrictas, aumentando los requerimientos para poner en marcha cualquier central nueva o mantener las ya existentes”.
Informe del Consejo de Seguridad Nuclear
Por eso, se estima que si Nuclenor quiere poner en marcha su central deberá invertir más de 100 millones de euros en mejorar las infraestructuras y los protocolos de seguridad, y antes de ello, debe recibir el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear, “y el Pleno de esta institución no se reúne hasta junio, con lo que si se mira el calendario, no hay tiempo suficiente antes de las elecciones para que la central acometa las reformas necesarias, el CSN dictamine a favor y el Gobierno lo autorice, por muy dispuesto que se muestre Soria, a no ser que dé por sentado que va a seguir gobernando, algo que parece poco probable”, añade Carlos Bravo.
Si el Consejo de Seguridad Nuclear y el Gobierno de la próxima Legislatura dan el visto bueno a que Nuclenor se ponga de marcha de nuevo, abrirán la puerta para que el resto de centrales españolas intenten del mismo modo ampliar su vida útil hasta los 60 años.
“En cualquier caso, y barajando todas las opciones posibles, no tiene ningún sentido decir que en 2016 se va a reabrir Garoña, el ministro lo que ha hecho es adelantarse a los acontecimientos, porque Nuclenor tendrá primero que decidir si acometer o no las reformas en la central, tendrá que echar cuentas”, concluye Carlos Bravo, “así que al final va a ser una cuestión de dinero”.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.