El Gobierno ha dibujado cómo debería ser España dentro de 30 años. El objetivo es hacer del nuestro un país referente en Europa en lo que a economía y sostenibilidad se refiere. Para conseguirlo fija muchas metas (entre ellas, la neutralidad climática); también propone una serie de medidas (muchas) para hacer esos objetivos realidad. Así es el Plan España 2050…
Dentro de 30 años, España debería ser un país neutro en emisiones. Toda la energía consumida en el país debería proceder de fuentes no contaminantes.
«El cambio climático es ya inevitable, pero estamos a tiempo de evitar sus efectos más destructivos e impedir que estos condicionen el bienestar de las generaciones presentes y futuras, al tiempo que conservamos la biodiversidad de nuestro territorio», afirma el texto del Plan España 2050.
Para conseguirlo, tendremos que convertirnos en una sociedad neutra en carbono, sostenible en el uso de recursos y resiliente antes de 2050. Esto implicará, entre otras cosas, cambiar radicalmente la forma en la que generamos energía, nos movemos, producimos y consumimos bienes y servicios, y nos relacionamos con la naturaleza.
Consumimos más recursos de los que puede regenerar la Tierra
El Plan España 2050 analiza el pasado y muestra el presente para explicar cómo debe ser el futuro. Explica que, en la segunda mitad del s.XX la humanidad desarrolló un patrón de crecimiento basado «en el uso intensivo y lineal de los recursos naturales y en la combustión masiva de combustibles fósiles».
Esto ha permitido un crecimiento de los valores económicos y sociodemográficos: entre 1950 y hoy, la población mundial se ha triplicado; el PIB se ha multiplicado por 12,3; la esperanza de vida de la población al nacer ha aumentado en 25 años; y el porcentaje de la humanidad viviendo en la pobreza extrema se ha reducido del 63% al 10%.
El problema es que este crecimiento se ha producido «a costa del planeta»: desde 1970, la extracción mundial de combustibles fósiles, minerales, metales y biomasa se ha triplicado; el uso de agua ha aumentado en más de un 60%,7; y las emisiones de CO2 a la atmósfera se han multiplicado por 2,5.
La conclusión más alarmante: «se estima que, en la actualidad, la humanidad consume recursos y genera residuos a un ritmo un 60% superior al de la capacidad que tiene la Tierra para regenerarlos».
Por qué ha aumentado la huella ecológica española
El Plan España 2050 destaca tres factores como principales causantes de la cada vez mayor huella ecológica que deja España:
- La escasa ambición de los actores públicos. Parece que España se sitúa a la cola de Europa en lo que a estrategia de descarbonización y de uso de recursos definida e integral se refiere. El Gobierno denuncia una laxitud fiscal: «los impuestos energético-ambientales son una de las principales herramientas que tienen los Estados para desincentivar las actividades poco sostenibles y nuestro país ha hecho un uso limitado de ellos»
- Apuesta insuficiente por nuevas soluciones medioambientales. Hoy en día, nuestro país se sitúa ligeramente por encima de la media de la UE-27 en cuanto a su desempeño en eco-innovación, pero sigue lejos de los países europeos líderes en este ámbito. En 2019, nuestro presupuesto público en I+D en energía fue de 3,3 euros por habitante, frente a los 9,3 euros de la UE-27
- Carencias en transporte y generación eléctrica. El transporte de mercancías y personas, en especial el realizado por carretera, es uno de los principales causantes de la emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
También el sector eléctrico. El uso de combustibles fósiles en nuestro sistema eléctrico sigue siendo elevado, debido a la presencia de ciclos combinados, la alta generación eléctrica de origen fósil en los archipiélagos, y el mantenimiento de algunas centrales de carbón.
Las metas del Plan España 2050
La siguiente tabla resume los principales objetivos a conseguir con el Plan España 2050:
Plan España 2050: 50 objetivos y 9 desafíos
El Plan España 2050 propone 50 objetivos que nuestro país debería alcanzar de aquí a 2050, si quiere consolidarse como uno de los más avanzados de Europa. Estos 50 objetivos se articulan entorno a 9 grandes desafíos:
- Ser más productivos para crecer mejor
- Conquistar la vanguardia educativa
- Mejorar la formación y la recualificación de nuestra población
- Convertirnos en una sociedad neutra en carbono, sostenible y resiliente al cambio climático
- Preparar nuestro Estado de bienestar para una sociedad más longeva
- Promover un desarrollo territorial equilibrado, justo y sostenible
- Resolver las deficiencias de nuestro mercado de trabajo y adaptarlo a las nuevas realidades sociales, económicas y tecnológicas
- Reducir la pobreza y la desigualdad
- Reactivar el ascensor social, y ampliar las bases de nuestro bienestar futuro
Fecha de aplicación: ‘desde ya’
Respecto al cuándo se pondrán en marcha las medidas perfiladas (que no definidas) en el Plan España 2050, aunque no ha una fecha concreta el Gobierno adelanta que debe ser cuanto antes. «Todos los cambios descritos aquí tendrán que producirse ya que, sin ellos, estará en riesgo el futuro del planeta», afirma.
La transición ecológica es una obligación ineludible que habrá de realizarse de forma acelerada y, al mismo tiempo, de una manera socialmente justa. Dos son los principales catalizadores que propone el Gobierno para que los impactos logrados se mantengan a largo plazo: la formación de profesionales cualificados y la apuesta decidida por la innovación.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.