En el artículo de opinión de esta semana, el director de Estudios y Apoyo Técnico de Foro Nuclear, Antonio González, pone el foco en la contribución que concreta el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021 – 2030 (PNIEC) para el parque nuclear español en los próximos diez años. González recuerda que la nuclear es la primera fuente de generación eléctrica del país, e insiste en su importancia en la limitación de emisiones de efecto invernadero y como garante del suministro eléctrico en España. También cita algunos informes internacionales que avalan el papel decisivo de la energía nuclear para el cumplimiento del Acuerdo de París.
Un año más, la energía nuclear se ha constituido como la primera fuente de generación en España, con una producción bruta de más de 55.600 GWh, lo que ha representado el 20,4% de la electricidad consumida en nuestro país a lo largo de 2018.
En el Escenario Objetivo del PNIEC se concreta cual será la contribución de las diferentes tecnologías en el sistema eléctrico español hasta 2030
El pasado 22 de febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica llevó al Consejo de Ministros, para su validación antes de remitirlo a la Comisión Europea, el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021 – 2030 (PNIEC), con el objetivo de la descarbonización de la economía en el horizonte 2050, de tal manera que España cumpla con los objetivos establecidos por la Comisión Europea en materia de energía y clima. En el Escenario Objetivo del PNIEC se concreta cual será la contribución en términos de potencia y energía de las diferentes tecnologías en el sistema eléctrico español cada cinco años hasta el horizonte del año 2030.
Limitación de emisiones de efecto invernadero
Según el borrador del Plan, la energía nuclear va a ser un actor fundamental para la limitación de las emisiones de efecto invernadero y la garantía del suministro eléctrico en España, por lo que los siete reactores que conforman el parque nuclear español van a seguir estando en funcionamiento, como mínimo, hasta el año 2025. El cierre previsto dentro del Plan se haría de forma ordenada y escalonada.
Un análisis de las emisiones de gases de efecto invernadero en España haría muy difícil que no se considerase la importante contribución de nuclear
Un análisis de la situación de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, con un incremento del 17% respecto al año de referencia 1990 y unos objetivos del Plan de reducción de las mismas para el año 2030 de, al menos, el 20% respecto a ese año 1990, haría muy difícil que de una manera sensata no se considerase la importante contribución que la energía nuclear hace en este sentido.
Al hecho de ser la primera fuente de generación eléctrica del país, se une que la nuclear es también la primera tecnología en producción de electricidad libre de carbono –más del 34% del total así producido-, ya que no emite gases de efecto invernadero, evitando cada año más de 30 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Seguridad de suministro, fiabilidad y disponibilidad
Esta razón, sumada a las de seguridad de suministro, fiabilidad y disponibilidad, con unos indicadores de funcionamiento globales por encima de los de la media del parque nuclear mundial, con valores cercanos al 90%, hace imprescindible que la energía nuclear sea tenida en cuenta en la transición energética que España ha de poner en marcha para alcanzar una economía descarbonizada en 2050.
La continuidad de las centrales nucleares será la mejor garantía para que, de una manera progresiva y no precipitada, ni traumática, se vayan alcanzando los objetivos
El enorme esfuerzo, tanto tecnológico como económico, que ha de hacerse en los próximos 12 años para un aumento masivo de la potencia renovable instalada –cuantificada en más de 55.000 MW de acuerdo con el PNIEC, lo que exige además un gran desarrollo de redes de transporte y distribución y su digitalización-, ha de ir acompañado del mantenimiento de nuestro parque nuclear. La continuidad de la operación de las centrales nucleares españolas será la mejor garantía para que, de una manera progresiva y no precipitada, ni traumática, se vayan alcanzando los objetivos comprometidos, y España no se vea fuera de la carrera común a largo plazo emprendida por nuestros socios europeos.
Recientes informes y estudios internacionales, tanto de organizaciones públicas como privadas, como el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas o Foratom –la Asociación de la Industria Nuclear Europea-, así como la Comunicación de la Comisión Europea “A clean planet for all”, de noviembre de 2018, atribuyen un papel decisivo a la energía nuclear, junto con las otras fuentes limpias, para la consecución de las metas establecidas en el Acuerdo de París COP21.
España dispone de un sector industrial y empresarial nuclear adecuado, con capacidad y experiencia acumuladas durante las últimas cinco décadas, reconocidas a nivel internacional, y cuenta con cerca de 30.000 trabajadores altamente cualificados, comprometidos y con muchas horas dedicadas a su formación permanente, para la continuidad del funcionamiento seguro de nuestro parque nuclear.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
La producción nuclear sigue y seguirá siendo una fuente energética fiable y segura, que robustece el funcionamiento de la economía y de la organización social. Se trata de proponer tecnologías maduras y capaces de asumir el reto de afrontar el calentamiento global asumiendo el menor impacto posible a la organización social durante la puesta en marcha de las soluciones propuestas. Hay que estudiar detalladamente los plazos de aplicación de las políticas planteadas para evitar poner el riesgo la garantía de suministro.
La energía nuclear en España va a ser una energía de transición que permitirá el desarrollo y la implantación de las energías renovables sin que merme ni nuestra calidad de vida ni la competitividad económica de nuestras empresas, es decir, sin poner en peligro puestos de trabajo por este motivo.
Es necesario poner en valor la contribución de la nuclear a la transición energética, ofreciendo electricidad abundante, limpia, segura, accesible y competitiva.
En efecto, la aportacion nuclear va a ser imprescindible para conseguir los niveles de descarbonizacion necesarios en un plazo razonable. El cambio climatico es la principal amenaza q sufrimos en la actualidad.