La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea ha adoptado una resolución contra el fenómeno conocido como fuga de carbono. De este modo, las importaciones procedentes de países con normativas más laxas respecto a las emisiones de carbono deberán pagar un impuesto para entrar en la Unión Europea. Se trata de una medida de gran utilidad para la lucha contra el cambio climático y respalda el principio de «quien contamina paga».
La resolución subraya que la creciente ambición de la UE en materia de cambio climático no debe conducir a una fuga de carbono, ya que los esfuerzos climáticos globales no se beneficiarán si la producción de la UE acaba de trasladarse a países no pertenecientes a la Unión que tienen normas de emisiones menos ambiciosas.
Por consiguiente, los eurodiputados apoyan la introducción de un mecanismo de ajuste de frontera respecto al carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), que sea compatible con la Organización Mundial del Comercio para poder gravar las importaciones de determinados productos cuya procedencia sea de países con normativas más flexibles. De este modo, la normativa supondría un incentivo tanto para las industrias comerciales europeas como para las no pertenecientes a la UE para llevar a cabo esfuerzos de descarbonización de acuerdo a los objetivos del Acuerdo de París.
Los eurodiputados subrayan que debe diseñarse con el único objetivo de perseguir los objetivos climáticos y unas condiciones de igualdad equitativas a nivel mundial y no ser objeto de un uso indebido como instrumento para mejorar el proteccionismo.
Abarcar todas las importaciones en el futuro
El mecanismo para evitar la fuga de carbono debe formar parte, según los eurodiputados, de una estrategia industrial más amplia que abarque todas las importaciones de productos en el marco del sistema de comercio de derechos de emisiones de la Unión Europea.
De este modo, para 2023, tras evaluar el funcionamiento del mecanismo, este debería abarcar el sector energético y los sectores industriales de gran consumo energético como el cemento, el acero, el aluminio, el refinado de petróleo, el papel, el vidrio, los productos químicos y los fertilizantes, que siguen recibiendo asignaciones gratuitas sustanciales y siguen representando el 94 % de las emisiones industriales de la UE.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.