El Parlamento Europeo ha aprobado nuevas medidas para minimizar las emisiones de varios gases de efecto invernadero. Concretamente, de gases fluorados y sustancias que agotan el ozono. Los hidrofluorocarbonos deben desaparecer para 2050. Son los utilizados en frigoríficos, aires acondicionados, bombas de calor y protección para incendios. Respecto a las sustancias, con objetivos estrictos de reducción, son las utilizadas en extintores, aerosoles y espumas de aislamiento.
El Parlamento ha respaldado el acuerdo del Consejo para una reducción mayor de gases fluorados. El texto prevé la eliminación total de los hidrofluorocarbonos (HFC) de aquí a 2050. Además, incluye una trayectoria para reducir la cuota de consumo de la UE entre 2024 y 2049.
Asimismo, introduce estrictos requisitos que prohíben la comercialización en el mercado de la UE de productos que contengan gases fluorados. Y fechas específicas para el fin de su uso en sectores donde hay alternativas técnica y económicamente viables. Entre ellos, la refrigeración doméstica, el aire acondicionado y las bombas de calor.
En cuanto a las sustancias que acaban con el ozono, aún consiguió un mayor apoyo en el Parlamento. La ley incluye medidas para recuperar y reciclar dichas sustancias que se encuentran en los materiales de construcción. En particular, en las espumas de aislamiento.
Además, se introducen exenciones estrictas para su uso como materia prima, para producir otras sustancias. Como ejemplos, en la industria farmacéutica o química, como agentes de procesos, en laboratorios y para la protección contra incendios.
Contexto para gases fluorados
Entre los gases fluorados de efecto invernadero, los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos, el hexafluoruro de azufre y el trifluoruro de nitrógeno. Se utilizan en refrigeradores, aires acondicionados, bombas de calor, protección contra incendios, espumas o equipos eléctricos de conmutación.
En cuanto a las sustancias que agotan la capa de ozono: los halones, utilizados en los extintores de incendios; el bromuro de metilo, para control de plagas; y los hidroclorofluorocarbonos, utilizados en refrigeradores y sistemas de aire acondicionado. Son gases de efecto invernadero producidos por el hombre (GEI) con alto potencial de calentamiento global.
Las emisiones de estos gases deben reducirse aún más para contribuir a los objetivos climáticos de la UE. Asimismo, para cumplir los acuerdos internacionales (el Protocolo de Montreal y la correspondiente enmienda de Kigali).
Al adoptar estas leyes, el Parlamento responde a las expectativas de los ciudadanos en apoyo de la transición. Debemos evolucionar hacia un modelo de crecimiento más sostenible y sólido. Y, además, impulsar los procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente. Es lo que recogía la propuesta 11 de las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela