El pleno del Parlamento Europeo celebrado ayer, miércoles 10 de marzo, fue de gran relevancia respecto a tasar importaciones procedentes de países con legislaciones más flexibles en emisiones para luchar contra la fuga de carbono. Así, se adoptó con 444 votos a favor, 70 en contra y 181 abstenciones, una resolución sobre el establecimiento de un mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono compatible con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El texto aprobado pone de manifiesto que la lucha de la Unión Europea contra el cambio climático no debe provocar el fenómeno conocido como «fuga de carbono», que consiste en que algunas empresas localicen su producción en países con leyes más laxas respecto a las emisiones de CO2. Del mismo modo, el texto afirma que de extenderse este fenómeno, el esfuerzo climático en la UE no valdría para nada.
El Parlamento quiere que el mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono se encuadre en una estrategia industrial más amplia y que abarque todas las importaciones de productos y materias primas cubiertos por el sistema de comercio de emisiones.
Los eurodiputados plantean fijar un precio a la importación de ciertos productos si vienen desde países cuyos objetivos medioambientales no son lo suficientemente ambiciosos. Esto crearía unas condiciones de competencias más justas e incentivaría a todos los países a intensificar sus esfuerzos para lograr los objetivos del acuerdo de París.
El Parlamento recalca que cualquier mecanismo debe ser compatible con las reglas de la OMC y no ser utilizado como herramienta para aumentar el proteccionismo. Por tanto, el mecanismo debe estar dirigido exclusivamente a impulsar la consecución de objetivos climáticos y los ingresos conseguidos mediante el mismo habrán de dedicarse a los objetivos del Pacto Verde y a la acción por el clima.
Mecanismo vinculado al sistema de comercio de emisiones (ETS)
El Parlamento quiere que el mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono se encuadre en una estrategia industrial más amplia y que abarque todas las importaciones de productos y materias primas cubiertos por el sistema de comercio de emisiones.
Como punto de partida (ya para 2023), y tras una evaluación de impacto, debe incluir al sector eléctrico y los sectores industriales con gran consumo de energía, como el cemento, el acero, el aluminio, el refinado de petróleo, el papel, el vidrio, los productos químicos y los fertilizantes, que siguen recibiendo importantes derechos de emisión gratuitos y representan aún el 94% de las emisiones industriales de la Unión.
Según los eurodiputados, la vinculación del precio de carbono en el nuevo mecanismo de los derechos de emisión será eficaz para combatir la fuga de carbono, pero también advierten: la implantación del nuevo sistema no debe conducir a que las instalaciones de la Unión Europea disfruten de doble protección.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.
Otra tontera cometida por el parlamento europeo, integrado por burócratas que en nada aportan a que las personas tengan mayores beneficioso productos de mejor calidad y menor costo. Ocupados en hacerse un lugar en los organismos internacionales que están detrás del multimillonario negocio de las energías renovables. Porque ¿quién paga la cuenta del despilfarro de inversiones ineficientes y de impuestos absurdos como este? Los consumidores que cada mañana se levantan a trabajar para apenas sobrevivir. ¿Es que no se han percatado de los irrisorios altos precios de todo en la EU?