El pasado 1 de abril entró en vigor un nuevo Reglamento de la Unión Europea sobre fuentes de alimentación externas. Su objetivo es conseguir un diseño más ecológico que permita reducir el consumo energético. Las previsiones apuntan a que con este nuevo diseño se puede llegar a reducir el consumo eléctrico en la UE en más de 4 TWh/año.
La regulación de diseño ecológico para fuentes de alimentación externas es parte de un paquete integral adoptado por la Comisión Europea en 2019. Consta de 10 reglamentos de diseño ecológico y 6 de etiquetado energético. Con el conjunto de medidas, la UE espera un ahorro de energía final por año, para 2030, de 167 TWh. Esto equivale al consumo anual de energía de Dinamarca. Y la cifra corresponde a una reducción de más de 46 millones de toneladas de CO2 equivalente por año.
El nuevo Reglamento indica como prioridad:
“Es preciso armonizar el consumo energético de las fuentes de alimentación externas mediante requisitos de diseño ecológico, lo que, a su vez, contribuirá al buen funcionamiento del mercado interior. Asimismo, estos requisitos deben mejorar el comportamiento medioambiental de las fuentes de alimentación externas. Se estima que, con respecto a la situación en caso de no adoptarse nuevas medidas, podría lograrse un ahorro anual de energía final de 4,3 TWh de aquí a 2030, que correspondería a 1,45 millones de toneladas equivalentes de CO2”.
Reglamento sobre fuentes de alimentación externas
El nuevo Reglamento favorece que las fuentes de alimentación hagan más eficientes los electrodomésticos desde el punto de vista energético. Y da lo mismo que sean para un cepillo eléctrico como para un ordenador portátil.
Como consecuencia, los consumidores europeos podrán ver reducida su factura doméstica, mientras colaboran para reducir emisiones y consumo en toda la Unión Europea.
Las fuentes de alimentación externas son adaptadores de energía utilizados para convertir la electricidad de la red eléctrica doméstica a voltajes más bajos. Son muy comunes en los hogares europeos, con un promedio de diez por hogar y más de 2 mil millones en total en la UE.
Se utilizan para alimentar productos como:
- Electrónicos: smartphones, altavoces, sistemas de sonido, algunos televisores, etc.
- Productos TIC: módems, enrutadores, ordenadores portátiles, tablets, pantallas electrónicas, etc.
- Pequeños electrodomésticos de cocina: licuadoras, exprimidores, etc.
- Productos de uso personal: afeitadoras, cepillos de dientes eléctricos, etc.
Diseño ecológico
La Unión Europea considera que existe una demanda mundial de productos más eficientes para reducir consumo de energía y recursos naturales, apoyando la sostenibilidad general. En consecuencia, la legislación de la UE sobre diseño ecológico es una herramienta eficaz para mejorar el desempeño ambiental de los productos. Establece estándares mínimos obligatorios para su eficiencia energética, lo que elimina los productos de menor rendimiento del mercado, mejorando la eficiencia energética de la UE.
“El diseño ecológico también respalda la competitividad industrial y la innovación al promover un mejor desempeño ambiental de los productos en todo el mercado interno”.
El 1 de octubre de 2019, la Comisión adoptó diez medidas para diferentes productos, entre ellos, las fuentes de alimentación. Estas medidas, acordadas en consulta con la industria y con el apoyo de los Estados miembros, fueron aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo de conformidad con el procedimiento de reglamentación con control.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela