El diseño con el que opera actualmente el mercado eléctrico en Europa no funciona. Es algo que se veía venir desde hace años, cuando muchos señalábamos que los factores meteorológicos o los intervencionismos y desmanes regulatorios y fiscales, no explicaban las tendencias y carencias de correlación de los mercados mayoristas con los costes y precios finales a los consumidores.
Reconocer que algo no funciona es, además de una buena noticia, un primer paso para hacia la solución. Y mejor, cuanta mayor profundidad y ambición se le ponga, para conformar en el marco de la Unión Europea un futuro de la energía solidario y eficaz. Los nuevos tiempos que requiere la UE, sus compromisos de acción por el clima y aspiraciones de bienestar en la sociedad y de crecimiento en la economía, requieren una evolución en los mercados eléctricos que ha de contar con un nuevo diseño para generar nuevas oportunidades a todos los agentes y también, claro está, a los consumidores.
Los mercados no son un fin en sí mismos, sino instrumentos que se diseñan y evolucionan para lograr unas metas a través de un funcionamiento eficaz que impulse la consecución de los objetivos establecidos en las políticas energéticas. Nuevos objetivos implican nuevas herramientas e instrumentos, mayores escalas y eficiencias ¡Bienvenida sea la evolución! Lo que no es susceptible de evolucionar, es declive.
Evolución o declive
Al reflexionar sobre los ejes de trabajo de la Unión Europea, encaminados a la armonización de los mercados energéticos, la integración plena de las energías renovables, la garantía de suministro y la competitividad, surgen una serie de reflexiones. La primera es que los precios actuales de los mercados eléctricos mayoristas no cubren los costes ni de inversión, ni de ninguna tecnología. La segunda, que tampoco cubren la seguridad de suministro. Y la tercera, que además se necesita atraer capacidad flexible y firme para integrar a las energías renovables. Todo ello, justifica y requiere una transición de la estructura actual de los mercados, interrelaciones y productos.
La Comisión Europea inició estos trabajos en 2015 con la Consulta sobre un Nuevo Diseño de Mercado, que recibió más de 300 aportaciones. Los departamentos de estrategia y regulación de las compañías energéticas y otros grupos de interés, como asociaciones, reguladores, agencias como la AIE y consultoras, están desplegando una ingente actividad de difusión de aportaciones, enfoques, soluciones y posibles instrumentos. Está en juego la concepción del futuro de los mercados eléctricos para varias décadas.
La evolución regulatoria y el nuevo diseño de mercado deben de ir de la mano para que esta transición energética hacia un sistema bajo en emisiones de carbono, con todas sus sinergias económicas, tecnológicas y sociales de repercusión nacional, europea y global, pueda ser un éxito. Europa está llamada, una vez más, a aunar capacidades y demostrar que se pueden lograr grandes resultados.
Entre los múltiples aspectos en discusión y desarrollo que conllevan los nuevos diseños y necesidades regulatorias, emergen algunos principios y señales que se sitúan en mejor posición.
Por un lado, el desarrollo de mecanismos de mercado de capacidad, diseñados para el largo plazo –a 8, 10 y 15 años-, con capacidad regional, igual tratamiento a la capacidad firme de generación y gestión de la demanda, que pueda aportar confianza a las inversiones necesarias y posibiliten la focalización, eficacia y encaje de los costes de la seguridad de suministro.
Integración de las renovables
Al mismo nivel se sitúan tanto el encaje de las renovables en el nuevo mercado como el diseño del nuevo mercado con las renovables. Dado el mix al que nos orientamos -con más renovables y desagregación de los mercados de energía, capacidad y flexibilidad, operación-, el indicador de éxito pasa necesariamente por las renovables, su comportamiento e interrelación.
Por otro lado, resulta imprescindible sacar de la factura del consumidor final –en lo posible- los componentes de costes asociados a impuestos y decisiones políticas (renovables, eficiencia y hasta una larga retahíla que según países va desde el coste de la tele a financiar cualquier otra cosa). La simultaneidad de la integración de renovables en los mercados ayudará a ello. Otro asunto será por qué vía y con qué instrumentos podrán balancearse las partidas de costes sobre las que jugarán un papel determinante los mercados de CO2 y las nuevas fiscalidades y mecanismos, de potencia europea y regional, para financiar, promover y/o operar la inversión en eficiencia, renovables y otros.
El acoplamiento de las regiones existentes en los mercados mayoristas diarios, que funcionan bajo el mismo algoritmo, también está llamado a evolucionar y permitir las mismas posibilidades a los agentes. Asimismo, los mercados intradiarios apuntan a la armonización en sus reglas y funcionamiento y a acercarse al tiempo real, sin olvidar que en los mercados de balance y de servicios auxiliares los productos y servicios pueden y deben estructurarse y unificarse a escala regional, convergiendo con el desarrollo de las infraestructuras. La evolución de las tarifas de transporte y distribución, el tratamiento de los mercado locales, los prosumidores y un largo etcétera de aspectos que conformarán el futuro, están ya aquí, al alcance de nuestros políticos y reguladores para constituir una realidad en los mercados que estará en marcha en 2020.
Energía eléctrica y telecomunicaciones
Diferentes analistas señalan el paralelismo entre la evolución operada en estos años en los mercados de telecomunicaciones – smartphone, servicio de internet y televisión… al fin y al cabo también basados en redes-, con el recorrido que deben realizar los mercados de electricidad. Una reflexión y un símil, sin duda, muy interesante.
Esta visión mimética de la energía eléctrica y las telecomunicaciones, apuntando a la “tarifa fija” (léase producto integral) de la luz, como si fuese un “ancho de banda”, conlleva necesariamente una mayor electrificación de la sociedad, con más peso de renovables, que permitirán que los costes variables de consumir un kilovatio hora más dentro de unos rangos sean cero o casi cero ¿Se lo imaginan?
El futuro llama a la puerta -y lo diseñamos entre todos-, una puerta que necesariamente es solidaria y en armonía con Europa y con su papel de liderazgo energético, ambiental y social en el mundo.
Hay que trabajar y seguir soñando el destino de este tránsito energético. Serán importantes las etapas, las convergencias de las políticas nacionales, hasta que se logren los hitos europeos, deben apuntar en la misma dirección, sin perder de vista el objetivo: conseguir mayores opciones y mejores precios para los consumidores . Si esto no se consigue, de nada sirve trabajar en los ejes de decarbonización, seguridad de suministro, renovables, mercados, etc.
¿Será cierto que la luz sueña con ser teléfono?
Javier Rodríguez,
Director General de ACOGEN
Asociación Española de Cogeneración
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
«que permitirán que los costes variables de consumir un kilovatio hora más dentro de unos rangos sean cero o casi cero» ¿Se sugiere barra libre y libre despilfarro?
Yo creo que tendría que ser todo lo contrario, tarifas escalonadas como el agua.