El gobierno de Biden ha ordenado a las agencias gubernamentales de Estados Unidos que dejen de financiar de inmediato nuevos proyectos de combustibles fósiles intensivos en carbono en el extranjero y prioricen las colaboraciones globales para desplegar tecnología de energía limpia, según información recogida por Reuters.
La información, desvelada por Bloomberg, dice que los compromisos del gobierno de Estados Unidos deberían reflejar los objetivos establecidos en una orden ejecutiva emitida a principios de año destinada a poner fin al apoyo financiero estadounidense a los proyectos de energía intensiva en emisiones de carbono en el extranjero.
Según publica Bloomberg: «El objetivo de la política es garantizar que la gran mayoría de los compromisos internacionales de energía de los Estados Unidos promuevan la energía limpia y tecnologías innovadoras, impulsen la competitividad de las tecnologías limpias de los Estados Unidos y apoyen las transiciones a emisiones cero, excepto en casos en los que hay beneficios convincentes de seguridad nacional, geoestratégicos o de desarrollo y acceso a la energía y no hay alternativas viables con menos carbono que logren los mismos objetivos».
Nueva política de Estados Unidos respecto a los combustibles fósiles
La política define los compromisos energéticos internacionales «intensivos en carbono» como proyectos cuya intensidad de gases de efecto invernadero estén por encima de un valor umbral del ciclo de vida de 250 gramos de dióxido de carbono por kilovatio hora e incluye carbón, gas o petróleo.
La política prohíbe cualquier financiamiento del gobierno de los Estados Unidos de proyectos de carbón en el extranjero que no capturen o solo capturen parcialmente las emisiones de CO2, lo que permite a las agencias federales participar en la generación de carbón solo si el proyecto demuestra la captura total de emisiones o es parte de una eliminación acelerada.
La política formaliza los objetivos establecidos por la administración en órdenes ejecutivas y orientaciones políticas anteriores y reiterados en foros multilaterales como la reunión del G7 en Francia en agosto y la cumbre climática de la ONU en otoño.
En las conversaciones climáticas de la ONU en Escocia, la administración Biden se comprometió con 40 países y cinco instituciones financieras a poner fin a las nuevas finanzas internacionales para la energía de combustibles fósiles para fines de 2022, excepto en casos limitados.
Según Kate DeAngelis, experta en financiación climática de Amigos de la Tierra: «Esta política está llena de exenciones y lagunas que carecen de claridad, y podría hacer que las restricciones sobre la financiación de los combustibles fósiles carezcan por completo de sentido».
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.