Según un informe de 2020 de Carbon Limits y THEMA Consulting Group, la CAC (Captura y Almacenamiento de Carbono ) desempeñará un importante papel para lograr una Europa climáticamente neutra. La infraestructura de almacenamiento y transporte de CO2 a gran escala es fundamental. La CAC está llamada a ser una de las industrias más importantes del mundo, pero hay un gran desafío por delante: qué hacer con las emisiones de CO2 capturadas.
Ahora, un proyecto en Noruega, Northern Lights, busca que las empresas industriales puedan capturar sus emisiones sin tener que construir instalaciones de almacenamiento desde cero.
Sverre Overå es el director del proyecto en el que Equinor, Shell y TotaI han colaborado para desarrollar una infraestructura europea compartida para el transporte y almacenamiento de carbono. El director del proyecto explica: “Actualmente no existe una cadena de valor para el transporte y almacenamiento de carbono. La mayoría de los proyectos de captura de carbono se limitan a una única fuente puntual y están directamente vinculados a una instalación de almacenamiento. En pocas palabras, el proyecto Northern Lights proporcionará un servicio de transporte y almacenamiento de CO₂. Es un modelo de negocio completamente nuevo”.
Proyecto Northern Lights
Noruega cuenta con más de 20 años de experiencia en almacenamiento de CO2, pero el gobierno del país está demostrando una gran ambición en este campo y quiere desarrollar una cadena de valor de CAC para 2024.
En este sentido, Northern Lights consiste en una infraestructura de acceso abierto para transformar CO2 desde fuentes de captura industrial en tierra en Europa hasta una ubicación de almacenamiento en alta mar debajo del lecho marino del Mar del Norte.
Overå señala: “Al proporcionar una red abierta y accesible para el transporte y almacenamiento de CO₂, Northern Lights abrirá la puerta para que muchas más empresas implementen la captura de carbono”.
El proyecto funcionará de la siguiente manera: una red de buques cisterna que transportará CO2 licuado desde instalaciones de almacenamiento intermedias en Europa hasta una terminal receptora en Øygården, en la costa occidental de Noruega. Luego, las emisiones se tratarán, se bombearán a través de tuberías y se inyectarán en una formación rocosa a casi 3km por debajo del lecho marino para su secuestro. Esto permitirá que los emisores industriales comiencen a capturar las emisiones de CO2 de instalaciones de captura en toda Europa.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.