Las normas energéticas europeas se aplicarán también a todos aquellos gasoductos que procedan o salgan hacia terceros países, como el polémico Nord Stream 2, según el acuerdo alcanzado este miércoles por las instituciones comunitarias, que recoge también los criterios para poder aplicar excepciones a dichas reglas.
El acuerdo entre el Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE ha llegado cinco días después de que éstos últimos fijaran su posición negociadora, algo que ha celebrado el ministro de Energía de Rumanía, Anton Anton, que este semestre ostenta la presidencia de turno de la UE.
«(El acuerdo) cierra la brecha en en el marco legislativo de la UE en el sector de la energía y asegurará que la Unión Energética se aplica de forma coherente en el bloque comunitario», ha expresado Anton Anton.
La revisión de la directiva europea de gas establecerá, una vez aprobada formalmente, que la Comisión Europea tendrá la competencia de autorizar la apertura de negociaciones entre un Estado miembro y un tercer país, salvo que considere que el futuro acuerdo entre ambas partes puede contravenir las normas energéticas europeas o poner en riesgo el suministro.
Además, también se aplicará a gaseoductos procedentes de terceros países la norma europea que establece que la infraestructura debe ser propiedad de una persona física o jurídica distinta de los gestores de redes, aunque se recogen una serie de derogaciones para los gaseoductos que ya existen y excepciones para los futuros. Sin embargo, la Comisión Europea tendrá la competencia de tomar una decisión sobre si conceder o no dicha excepción.
Bruselas ha señalado además que la futura directiva recoge el enfoque pactado entre Francia y Alemania y que da la competencia de supervisar la aplicación de las normas energéticas europeas al país del bloque comunitario en el que tiene lugar la primera conexión de un determinado gaseoducto.
Consecuencias del acuerdo
Estas dos cuestiones significan, por ejemplo, que Alemania seguirá negociando con Rusia los detalles del polémico gaseoducto Nord Stream 2, así como que Berlín se encargará de garantizar que esta conexión gasística con Moscú cumple con las normas energéticas europeas.
Además, también se aplicará a gaseoductos procedentes de terceros países la norma europea que establece que la infraestructura debe ser propiedad de una persona física o jurídica distinta de los gestores de redes, aunque se recogen una serie de derogaciones para los gaseoductos que ya existen y excepciones para los futuros. Sin embargo, la Comisión Europea tendrá la competencia de tomar una decisión sobre si conceder o no dicha excepción.
Bruselas ha subrayado que la revisión de la directiva de gas aumentará la competencia entre proveedores de gas e incrementará la seguridad energética en toda la UE. Así mismo, ha remarcado que garantizará que todos los gasoductos importantes hacia y desde terceros países son operados «de forma eficiente» y «bajo un régimen de supervisión transparente» que «reducirá los conflictos de interés».
«Es un paso importante en la creación de un mercado interior del gas realmente integrado que esté basado en la solidaridad y en la confianza, con total implicación de la Comisión Europea», ha afirmado en un comunicado el comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete.
Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO en el grupo Verdes/ALE y vicepresidente de la Red Parlamentaria Europea para el Fomento de las Energías Renovables (EUFORES) ha declarado: «Se trata de una revisión importante, ya que las normas del mercado interior del gas se aplicarán a todos los nuevos gasoductos que conecten el territorio europeo con terceros países. Entre ellos, el principio de la separación de la producción y la distribución del gas, que ha permitido romper los monopolios. Sin embargo, pensamos que las excepciones introducidas por los Estados miembros pueden reducir el impacto de la legislación. Con este fin, el proyecto de gasoducto NordStream 2 constituye una prueba en tamaño real. A pesar de su dependencia energética de Rusia, este proyecto, que perjudica directamente la seguridad de suministro de la UE, pero también la estabilidad regional, cuenta con el apoyo de Alemania. Las normas de la Directiva revisada deberían aplicarse a NordStream 2″.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.